“Evidentemente no es dinero que va a los bolsillos de los accionistas”, aseguró, mientras los sindicatos criticaban esta decisión tomada poco después del anuncio de un plan social en Auchan, otra empresa perteneciente a la Asociación de la Familia Mulliez (AFM).
El dinero distribuido el lunes corresponde a “resultados acumulados de la empresa que no se han distribuido en el pasado mediante dividendos”, indicó Fabien Derville, también miembro del consejo de administración de AFM.
“Un impulso no ideal”
“Si la empresa Decathlon tiene amplios medios para seguir su propio desarrollo, su propia transformación, tenemos derecho a poder darles otro uso a través de los desafíos del AFM”, afirmó.
Fabien Derville no quiso detallar el uso previsto de los fondos y se limitó a indicar que “la vocación es empresarial”: “nuevas profesiones, aceleración de nuestras empresas principales y, cuando sea necesario, apoyo a la transformación”.
Tras el anuncio a principios de noviembre de un plan social que amenazaba 2.389 puestos de trabajo en Auchan, “el impulso no era el ideal a nivel mediático”, admitió.
La CFDT convocó una huelga el sábado en Decathlon, lamentando que los dividendos, pagados cuando, según este sindicato, la empresa no ha alcanzado sus objetivos, no se utilicen para aumentos salariales.
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