Yoon Suk Yeol, en representación del conservador Partido del Poder Popular, es presidente desde 2022.
Fue elegido por un margen muy estrecho, aventajando a su rival Lee Jae-myung, miembro del Partido Demócrata, por menos de un punto porcentual.
Yoon era un recién llegado a la política y había pasado los 27 años anteriores de su carrera como fiscal.
Aquí hay una introducción a su plataforma y políticas:
Línea dura sobre Corea del Norte: Mientras que su predecesor, Moon Jae-in, favorecía el diálogo con Pyongyang, Yoon adoptó una postura más dura. Prometió aumentar el ejército de Corea del Sur, e incluso insinuó que lanzaría un ataque preventivo si veía señales de un lanzamiento ofensivo contra Seúl.
La cuerda floja entre Estados Unidos y China: Corea del Sur se ha visto en la poco envidiable posición de tener fuertes vínculos con dos superpotencias mundiales enfrentadas: Estados Unidos y China.
Si bien Lee sugirió que intentaría equilibrar ambas asociaciones, Yoon dejó en claro cuál priorizaría.
“Corea del Sur y Estados Unidos comparten una alianza forjada con sangre mientras luchamos juntos para proteger la libertad contra la tiranía del comunismo”, dijo Yoon durante su campaña electoral.
Desde que Donald Trump ganó las elecciones para su segundo mandato el mes pasado, la oficina presidencial de Corea del Sur le dijo a CNN que Yoon había comenzado a “practicar golf nuevamente por primera vez en ocho años, en preparación para la ‘diplomacia del golf’” con el presidente electo.
Problemas en casa: Yoon heredó un país aún devastado por la pandemia de Covid-19, así como por la corrupción, la política polarizada y la igualdad de género.
La guerra de género en Corea del Sur se intensificó en el período previo a las elecciones, con los votantes jóvenes cada vez más divididos por género.
Frente a un mercado laboral hipercompetitivo y precios de la vivienda disparados, los llamados “antifeministas” afirmaron que el intento del país por abordar la desigualdad de género se había inclinado demasiado a favor de las mujeres.
Mientras tanto, las feministas señalaron la violencia sexual generalizada en el país, las arraigadas expectativas de género y la baja representación femenina en las juntas directivas y en la política como ejemplos de cómo la discriminación contra las mujeres aún está extendida.
