El Maratón Valencia, un respiro tras un mes de trauma

El Maratón Valencia, un respiro tras un mes de trauma
El Maratón Valencia, un respiro tras un mes de trauma
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Un mes después de las inundaciones que acabaron con la vida de 230 personas en la región de Valencia, la ciudad intenta volver a su vida cotidiana. La maratón, que sale este domingo por la mañana desde la Ciudad de las Artes y las Ciencias, no es la principal preocupación de los locales pero tiene el mérito de ser vista como una primera piedra de renovación.

Son las 18.30 horas, plaza de la Mairie en el centro de Valencia. Miles de personas se reunieron para cantar canciones contra el gobierno. “¡Presidente en prisión!”, “Criminal de Mazon” se escuchan y se leen en los carteles sostenidos en alto por una multitud nerviosa. Se pide la dimisión del presidente de la Generalidad valenciana, Carlos Mazón, acusado de haber dejado a su pueblo sin ayuda ante las inundaciones que provocaron la muerte de más de 200 habitantes de la región.

A pesar de la suave temperatura de finales de noviembre (alrededor de 20 grados), la dulzura da paso a la tensión en esta maltrecha ciudad que poco a poco va volviendo a sus costumbres. Los vecinos del centro de Valencia no se vieron afectados pero la mayoría acudió a rescatar a vecinos, amigos o familiares, a pocos kilómetros de distancia, en una situación de emergencia extrema. Los rostros todavía están marcados.

“El carácter de un valenciano es seguir adelante”

Este domingo Valencia recuperará, por primera vez en un mes, su posición como ciudad de hostelería, turismo y deporte. Seguramente se ha discutido el tema de su continuación, pero el maratón se llevará a cabo. Para José, todavía es demasiado pronto. “Hubiera preferido que se aplazara”, cree este valenciano. “Una simple cuestión de respeto, para los que todavía no tienen dónde vivir, qué comer. Para mí el plazo es demasiado corto. Podríamos haberlo hecho a mitad de camino. -al año que viene.” En el centro de las manifestaciones, Jordi no es de esta opinión y, sin embargo, la DANA le quitó mucho: “Perdí mi casa, mi coche, también a mis padres”, lamenta.

“Pero celebrar el maratón es algo bueno. Es importante para la economía de la ciudad. Y luego es una oportunidad para relanzarlo con un evento de renombre internacional. Por otro lado, lo que es seguro es que será el maratón más triste de los últimos tiempos. años.” A la salida de un centro comercial cercano a la meta, la mayoría de los locales dan la razón a Jordi como Gil, director del hotel. “Es necesario encontrar lo que estamos acostumbrados a ver aquí”, afirmó con firmeza. “Vamos a demostrar a todos que Valencia vuelve a la normalidad. El carácter de un valenciano es seguir adelante, así que lo vamos a hacer”. Otros prefieren destacar el infierno del transporte, ya que muchas líneas siguen cortadas para llegar a la ciudad emblemática de la región.

En la línea de salida todavía habrá 35.000 este domingo por la mañana. “Habíamos llenado nuestras plazas al final del cupo del año pasado. Tenemos casi 8.000 personas en lista de espera”, dice Paco Borao, el director de carrera, en un francés impecable con un acento del suroeste que delata sus años en Toulouse. Siempre le ha asegurado que el maratón se mantendrá. “Cuando cayó la lluvia, lo primero fue respetar a las víctimas. Durante una semana y media no dijimos nada, sólo ayudamos físicamente. Luego surgió la cuestión de reanudar los negocios de la ciudad. Sabemos que el maratón es rentable, el año pasado invertimos 7 millones y tuvimos un retorno de 33 millones. Entre los organizadores, todos estuvieron de acuerdo en mantenerla no como fiesta”.

Correr por las víctimas: la afluencia de premios acumulados

En la salida, a las 8:15 horas, la de los corredores de élite, el internacional francés Yohan Durand. Con casi 40 años, no podía dejar pasar esta oportunidad: “Teníamos que demostrar que estamos con ellos, que no están solos y que la ciudad se está reconstruyendo”. Si la idea es marcar un tiempo en este recorrido, considerado uno de los más rápidos del mundo, seguro que tu mente estará en otra parte cuando des las primeras zancadas. “Con el minuto de silencio al inicio, el homenaje a lo largo del recorrido, tendremos que evitar dejarnos llevar por las emociones. Pero una maratón es larga, podremos meternos en ella… aunque sea, estoy seguro que será un maratón emocional, un momento especial para vivir”.

Otro corredor francés en la línea de salida y dispuesto a batir su mejor marca personal, Abderrazak Charik. “Como deportista de alto nivel es nuestro medio de vida y estamos felices de saber que se mantiene”, admite el hombre que regresó de cinco semanas en Kenia para entrenar. “El objetivo es correr rápido para poder esperar con ansias los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Pero, por supuesto, aparte de eso, no podemos dejar de pensar en lo que pasó aquí. Habrá un pensamiento antes y después de la carrera por las víctimas.”

Aficionados, un centenar de franceses correrán con una cinta negra en la camiseta. “Esto es lo que quería hacer para conmemorar la ocasión”, explica Elizabeth, fundadora del colectivo “Sportifs à bord” y que organizó el viaje para (sus) corredores. Para apoyar a las víctimas, también puso en marcha una recaudación de fondos, “otra idea con mi compañera. Nuestros corredores ponen lo que quieren. El lunes iré a donarlo a una asociación de damnificados del centro de Valencia. Puedo Decirles que ya hay unas bonitas entradas ahí dentro. Los corredores están muy preocupados, conscientes, todos hemos visto las imágenes filmando.

También es un fondo de premios lo que organizó Paco Borao o más bien un “sobre cero en el que todos los corredores pueden poner dinero. Ya estamos en más de 100.000 euros. Tendremos cantidades que compensarán en parte el daño causado”. Por cada finalista se suele donar 1 euro a diferentes asociaciones según la edición. “Este año serán tres euros”, añade Paco. Se enviarán donaciones a las víctimas de la DANA pero también a los clubes de atletismo afectados para reconstruir las estructuras.

Clément Brossard, en Valencia

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