En un hospital de Kiev, Adrian, de 13 años, y su madre Oksana luchan juntos contra el cáncer. Esta lucha, que ya es difícil, se hace aún más difícil por las condiciones de la guerra. “Todas las noches y todos los días suenan alarmas. Es peligroso venir al hospital. No sólo hay que pensar en los tratamientos y en el niño, sino también en todo lo que te rodea”, explica Oksana en el programa de las 12:45. de la RTS.
Para los pacientes y quienes los rodean, la guerra añade una dimensión permanente de ansiedad y peligro. En cada viaje al hospital, Oksana y Adrian arriesgan sus vidas, entre ataques aéreos y carreteras inestables.
El Hospital Pediátrico del Cáncer de Kiev, donde se trata a Adrian, refleja los enormes desafíos que enfrenta el sistema de salud de Ucrania. Según su director, Grigoriy Klimniuk, los recursos humanos y materiales están disminuyendo rápidamente. “Desde la guerra, ha habido escasez de personal, es difícil encontrar médicos y enfermeras, se necesitan muchos recursos. Y hemos perdido muchos niños. Antes teníamos alrededor de cincuenta por día, hoy, Queda la mitad”, explica.
La infraestructura hospitalaria también se ve afectada por los ataques rusos. Tras un reciente ataque a los edificios de la clínica, el 90% de los pacientes tuvieron que ser evacuados a otros hospitales, a menudo peor equipados. Los medicamentos, que ya eran caros y escasos, se volvieron casi inaccesibles: una gran parte de los fondos se redirigieron hacia el esfuerzo bélico, dejando poco espacio para las necesidades sanitarias.
Apoyo internacional para llenar los vacíos
Ante estas dificultades, las organizaciones humanitarias están intentando aliviar la carga de los pacientes y cuidadores. En Ucrania, la misión Solterre, apoyada por el fondo suizo de ayuda humanitaria, ofrece recursos para financiar tratamientos y apoyar a pacientes jóvenes traumatizados por la guerra.
Gioele Scavuzzo, jefe de la misión, resume la magnitud del desafío: “Lamentablemente, los niños con cáncer libran una doble guerra. La primera es la lucha contra el cáncer, asociada a traumas psicológicos y físicos. El segundo trauma es el resultado de las condiciones de guerra, lo que significa que los tratamientos y procesos de curación pueden verse retrasados o empeorados por el trauma de la guerra”.
Estos fondos permiten, en particular, mejorar la atención a los niños transferidos a otras estructuras y proporcionar apoyo psicológico a las familias que se enfrentan a circunstancias insoportables.