La amenaza es cada vez más concreta: sin esperar a la lectura final del presupuesto estatal a mediados de diciembre, el gobierno podría afrontar una moción de censura la próxima semana, lo que precipitaría su caída. Ante esta preocupante perspectiva, el ejecutivo está “dispuesto a hacer concesiones mesuradas”, en particular en materia de fiscalidad de la electricidad, pero advierte a la oposición del riesgo de un “salto a lo desconocido presupuestario” si el presupuesto no se vota, insistió el jueves en BFMTV y RMC el Ministro de Economía y Finanzas, Antoine Armand.
En un momento en el que el déficit público asciende al 6,1% este año y el Gobierno se propone ahorrar 60.000 millones de dólares, “el momento es extremadamente grave”, afirmó, en línea con las numerosas advertencias lanzadas en los últimos días por el Gobierno, empezando por El primer ministro Michel Barnier, que el lunes hizo temer “una grave tormenta y turbulencias”, en particular en los mercados financieros, si no se vota el presupuesto para 2025.
“La puerta de Michel Barnier siempre ha estado abierta”
El ministro estimó a este respecto que el Gobierno ya había tendido la mano ante las críticas a su presupuesto, permitiendo, según él, “cambios importantes en las pequeñas pensiones y reducciones de las cotizaciones” para las empresas. Volvió, en particular, a la fiscalidad de la electricidad, que el Gobierno desea aumentar, para gran consternación de la RN, que exige el “abandono” de esta disposición emblemática del presupuesto, de lo contrario amenaza con sumar sus votos a una moción de censura desde la izquierda. “Se están debatiendo” sobre este tema, pero “la puerta de Michel Barnier siempre ha estado abierta (…) desde el primer día”, defendió Antoine Armand.
El Gobierno está dispuesto a hacer un “gesto en materia de electricidad”, pero “no a cualquier precio”, sólo “en función del presupuesto que llevamos”, prosiguió, sin dar más detalles sobre los contornos que podría tomar esta mano tendida. “La electricidad caerá un 9% y veremos si podemos hacer más para preservar el poder adquisitivo de los franceses”, dijo el primer ministro en TF1 el lunes.
“Estamos dispuestos a hacer concesiones mesuradas para todas las solicitudes”, pero a condición de mantener el objetivo de “arreglar las cuentas”, afirmó Antoine Armand. “¿Tenemos frente a nosotros personas responsables? “, preguntó, acusando a la oposición de basarse en “líneas rojas”. También subrayó que Francia “no es Grecia”, aunque el tipo de interés de París superó por primera vez al de Atenas, lo que generó temores en los mercados financieros. Pero si “no colapsamos”, “corremos el riesgo de abandonar”, insistió.
“No privemos a Francia de un presupuesto”
“Tenemos una responsabilidad inmensa: darle un presupuesto al país”, insistió el ministro, antes de atacar directamente a la oposición: “No es porque no estemos de acuerdo con una política que pone a un país en números rojos, (…) que hunde al país en la incógnita presupuestaria y financiera”, se enojó, llamando a “los partidos que se llaman gobierno, cualquiera que sea su desacuerdo con el gobierno, a no privar al gobierno Francia de un presupuesto”. Criticó especialmente a los socialistas, dispuestos a votar a favor de la moción de censura, a quienes acusó de “amenazar” y “no discutir” en lugar de lanzar “propuestas concretas”.
Michel Barnier dijo que estaba “ciertamente” dispuesto a utilizar su primer 49,3 en la cámara baja el lunes para aprobar el presupuesto de la Seguridad Social para 2025. Podría enfrentarse a una moción de censura en respuesta dentro de una semana. “Si el gobierno persiste y no quiere discutir, entonces este gobierno caerá”, amenazó nuevamente el miércoles el presidente de RN, Jordan Bardella, en BFMTV. “Este gobierno probablemente caerá la próxima semana”, afirmó la líder de los diputados rebeldes Mathilde Panot, invitada el jueves en LCI.