Era de temer. Durante la presentación del presupuesto a principios de octubre y de las medidas de ahorro destinadas a reducir el déficit público, el Gobierno anunció que el importe global de las ayudas destinadas a ecologizar las ventas de coches nuevos pasaría de 1.500 millones de euros este año a unos 700. millones en 2025.
Quedaba por ver cómo se implementaría este serio plan. Está hecho. Según información de Les Échos que podemos comprobar, el bono ecológico se reduce significativamente, aunque está más condicionado al nivel de renta de los compradores de vehículos eléctricos. Las medidas entrarán en vigor en cuanto se publique el decreto, “previsto para esta semana”, nos informa el Ministerio de Industria.
“Es realmente un duro golpe”
Hasta ahora, este bono ecológico era de 7.000 euros para el 50% más pobre de los hogares, cuya renta fiscal de referencia era inferior o igual a 15.400 euros. Ahora serán 4.000 euros. Los hogares más ricos, que podrían beneficiarse de 4.000 euros, sólo recibirán 2.000 o 3.000 euros según el caso.
Contactada, la Plataforma Francesa del Automóvil (PFA), el lobby francés del sector, se negó a hacer ningún comentario, “hasta que se publique el decreto”. Aunque admite que “es efectivamente un auténtico golpe, ya que el presupuesto para estas ayudas se reduce a la mitad, en un contexto de reducción del mercado y estancamiento de las ventas de electricidad”.
Otra fuente está especialmente preocupada por el destino de los vehículos utilitarios 100% eléctricos. Esta categoría de vehículos, muy apreciada entre los artesanos, pero también entre las PYME y las VSEs, está completamente fuera del sistema. “El apoyo a la compra de vehículos utilitarios ligeros eléctricos se financiará ahora mediante certificados de ahorro energético”, confirma el entorno de Marc Ferracci, ministro de Industria. Los términos se definirán en las próximas semanas. » Muy malas noticias para los dos fabricantes franceses, Renault y Stellantis, que juntos representan el 70% del mercado francés.
Stellantis y Renault sufren el golpe
Ambos grupos asumen la culpa. “Para nosotros, con una media de 3.000 euros de ayuda por vehículo utilitario eléctrico, esto representa el 8% de todas nuestras ventas en esta categoría, todas las tecnologías combinadas”, indica una fuente de Stellantis. Mañana, si las ayudas destinadas a esta categoría siguen disminuyendo, esas mismas ventas caerán inevitablemente en picada. A pesar de todos nuestros esfuerzos por reducir costos y márgenes, nuestros precios aún no son lo suficientemente atractivos como para permitir a los artesanos, o propietarios de PYMES o VSE, invertir en esta tecnología. »
Otra fuente del mismo fabricante va más allá: “Desde 2018, nos exigen vender un vehículo eléctrico por cada cinco vehículos térmicos”, recuerda. Entonces, si no lo logramos, nos veremos obligados a reducir nuestras ventas térmicas para mantener esta proporción y mantener el rumbo. »
Fin del bono de conversión
Para toda la industria automovilística francesa, que ya se encuentra en mal estado, esto es una ducha fría. “El anuncio es tanto más violento porque pensábamos que todavía teníamos algunas semanas para prepararnos”, confiesa otro actor del sector. Allí sólo podemos enviar. » Todo el mundo teme la amenaza china. “Esta reducción de las ayudas es la mejor manera de permitirles venir a conquistar cuota de mercado con nosotros”, lamenta otra fuente. Al beneficiarse de la ayuda masiva de Beijing, ahora pueden ofrecer vehículos muy económicos. Va a ser aún más difícil competir. »
En el gobierno, estas decisiones se justifican por el estado de las finanzas públicas. “El presupuesto inicialmente previsto para 2024 para el bono del automóvil se superó en más de 400 millones de euros”, recuerda el Ministerio de Industria. Ante este gran superávit y las limitaciones presupuestarias, el gobierno no tuvo otra opción que reducir la dotación prevista para 2025.”
Sin embargo, se ha adoptado el principio de renovar el arrendamiento social (coches eléctricos a 100 euros al mes para familias de bajos ingresos). Pero con condiciones que también se revisarán significativamente a la baja. De hecho, el sistema habrá costado 650 millones de euros en 2024, para 50.000 vehículos afectados. Por otro lado, el bono de conversión (anteriormente llamado “bono de desguace”) desaparece permanentemente.