Rusia admitió haber sido alcanzada por dos nuevos ataques con misiles estadounidenses ATACMS de largo alcance disparados desde Ucrania, asegurando que está preparando una “respuesta”.
Rusia informó el martes 26 de noviembre de haber sido blanco en los últimos días de dos nuevos ataques ucranianos realizados con misiles estadounidenses ATACMS, un arma contra la que Moscú ha prometido una respuesta severa.
Según el Ministerio de Defensa ruso, las fuerzas ucranianas atacaron “instalaciones” en la región fronteriza rusa de Kursk el 23 de noviembre cerca de la aldea de Lotarevka, a 37 kilómetros al noroeste de la ciudad de Kursk, y el 25 de noviembre contra el aeródromo de Kursk-Vostochny.
El ministerio reconoció, algo raro, que varios misiles “alcanzaron sus objetivos” e informó de dos soldados rusos heridos y un radar dañado en estos disparos ucranianos.
Se dispararon una decena de proyectiles
Según él, tres de los cinco misiles ATACAMS disparados fueron derribados por la defensa antiaérea rusa durante el ataque del 23 de noviembre y siete de los ocho proyectiles disparados durante el ataque del 25 de noviembre.
“El examen de los lugares atacados permitió confirmar que las fuerzas armadas ucranianas utilizaron misiles tácticos operativos ATACMS de fabricación estadounidense”, dijo el Ministerio ruso.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que estaba preparando una “respuesta” a los recientes ataques ucranianos utilizando misiles ATACMS estadounidenses contra su territorio, después de que el presidente Vladimir Putin advirtiera la semana pasada que no descartaba atacar a Occidente.
“El Ministerio de Defensa de la Federación Rusa está monitoreando la situación y preparando una respuesta”, dijo en un comunicado.
Sombra de tormenta
El 19 de noviembre tuvo lugar un primer ataque ucraniano con misiles ATACAMS y el 21 de noviembre, las fuerzas de Kiev dispararon misiles Storm Shadow de fabricación británica contra Rusia.
Rusia respondió disparando un misil balístico hipersónico de alcance intermedio el 21 de noviembre contra una fábrica militar en la ciudad de Dnipro, en el centro-este de Ucrania. Este misil experimental, llamado Orechnik y hasta ahora desconocido, está diseñado para transportar ojivas nucleares, lo que no fue el caso durante este ataque.