Se espera que cerca de 5,3 millones de empleados de microempresas y empresarios individuales voten hasta el 9 de diciembre en esta elección dominada por la CGT en ediciones anteriores. Sus voces ayudarán a determinar la audiencia sindical a nivel nacional.
Es una votación que el Ministerio de Trabajo y los sindicatos luchan por decir cada tres o cuatro años sobre lo importante que es. Y, sin embargo, no parece despertar la más mínima pasión entre sus destinatarios. Desde este lunes 25 de noviembre y hasta el 9 de diciembre, cerca de 5,4 millones de empleados de muy pequeñas empresas (VSE) y trabajadores a domicilio están llamados a votar en el marco de las “elecciones VSE”, incluida la cuarta edición.
En 2021, la votación tuvo lugar en una Francia todavía covid, bajo toque de queda y con muchos negocios cerrados. La tasa de participación fue del 5,44% para unos 266.000 electores, dos puntos menos que en 2017 y una división casi a la mitad respecto a la edición de 2012, la primera. Lo que Philippe Martínez, entonces secretario general de la CGT, no pudo “no estar satisfecho” incluso si su sindicato hubiera vuelto a salir a la cabeza. Esta vez, el Ministerio de Trabajo espera reunir a más empleados con un sistema significativamente simplificado: para votar en línea, basta con iniciar sesión con sus identificadores de France Connect. Pero las dificultades también se deben a la fragmentación del organismo electoral y a la dificultad de hacer campaña en estas empresas, donde la presencia sindical no necesariamente es vista con buenos ojos. La Unión de Empresas Locales (U2P), movimiento empresarial que representa principalmente a las VSEs, asegura que actuará “a los líderes empresariales locales para que faciliten el voto a sus empleados”.
¿Para qué sirve esta elección para los empleados?
En principio, las elecciones profesionales en las empresas permiten a los empleados dotarse de representantes que defiendan sus derechos frente al empresario. Problema: quienes trabajan en empresas con menos de 11 empleados (casi 4 millones de electores este año según la CFDT), o al servicio de un empleador individual (1,5 millones), no tienen acceso a este derecho y sólo cuentan con su empleador. como contacto. Hablamos de los conserjes de edificios, de los vendedores, de los técnicos de farmacia, de los albañiles, de los peluqueros, de las niñeras… Y hay que decir que la elección del TPE, la única papeleta profesional que los permite, no cambiará nada. Sin embargo, sirven para designar representantes a nivel de las ramas profesionales interesadas, que pueden, entre otras cosas, negociar acuerdos salariales. La votación también será decisiva en la composición de las Comisiones Mixtas Interprofesionales Regionales (CPRI), órganos que la CGT lamenta “pocas palancas para la acción”. Los resultados también se utilizarán para designar asesores que formarán parte de los tribunales laborales donde se juzgan los conflictos entre los empleados y sus empleadores.
¿Quién puede votar y cómo?
Cualquier persona de al menos 16 años que estuviera con contrato indefinido, con contrato de duración determinada o en prácticas al 31 de diciembre de 2023 en una empresa con menos de 11 empleados o al servicio de un empleador individual. Y ello, sin condición de nacionalidad. El Ministerio de Trabajo ha puesto en línea una página dedicada a las elecciones donde se puede comprobar su correcta inscripción en las listas electorales y votar cuando llegue el día.
Medir la audiencia sindical, un tema nacional
Para las organizaciones sindicales candidatas, el voto es particularmente importante: se tiene en cuenta al medir la audiencia sindical a nivel nacional. Sin embargo, es este público el que determina el peso de un sindicato y, por tanto, su capacidad para firmar un acuerdo interprofesional nacional (por ejemplo, sobre el empleo de personas mayores recientemente), para influir en las negociaciones o para ser invitado a una consulta. por el gobierno. La audiencia se calcula sumando los resultados de las votaciones en empresas con más de 11 empleados y esta elección de VSE. En 2021, la CFDT consolidó su primer lugar en el panorama sindical, con una audiencia del 26,77%, casi cuatro puntos por delante de la CGT (22,96%), FO (15,24%), la CFE-CGC (11,92%) y la CFTC. (9,50%). Pero en las elecciones TPE de 2021, fue la CGT la que salió muy por delante con diez puntos de ventaja sobre la CFDT (16,46%), seguida de cerca por la Unsa, tercera con casi el 16% de los votos. Con la esperanza de repetir su actuación, el sindicato de sindicatos autónomos instaló este año una línea directa gratuita para los empleados de VSE.
Un sindicato que dice ser chalecos amarillos está autorizado a participar
La votación de 2024 está marcada por una novedad: también participa un sindicato que dice formar parte del movimiento de los chalecos amarillos, sin ningún elemento concreto que permita vincularlo a este movimiento social totalmente descentralizado. La organización fue autorizada a presentarse en octubre por el tribunal de París, tras un recurso presentado por seis centrales sindicales (CGT, FO, CFE-CGC, CFDT, CFTC y Unsa) que consideraron que no cumplía los criterios de “respeto a los valores republicanos”, debido a “la violencia regular de sus palabras y el carácter ilícito de sus acciones”. Fundado, informes el mundo, Por antiguos activistas de la CFDT, este “sindicato de chalecos amarillos” hasta ahora sólo ha puesto en línea, con vistas a la votación, un folleto compuesto por una sucesión de fotografías de un gato negro, acompañado de algunas frases que explican, por ejemplo: “Negociamos con firmeza pero siempre con competencia y amabilidad. Si su empleador se apega a sus posiciones, entramos en modo chaleco amarillo con acciones contundentes”.