El Osasuna y el Villarreal, dos equipos con aspiraciones europeas, libraron un duelo vibrante en El Sadar. Cada equipo dominó una parte. La primera fue para los rojillos, que mandaron y marcaron dos tantos gracias a su goleador, Ante Budimir. El Villarreal se rehizo en la segunda parte con la entrada de Gerard Moreno, quien, además, marcó el penalti señalado por Munuera Montero en la prolongación que permitió a su equipo lograr un empate cuando la afición navarra ya celebraba el triunfo.
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Sergio Herrera, Jesús Areso, Enzo Boyomo, Alejandro Catena, Juan Cruz, Jon Moncayola (Iker Muñoz, min. 65), Lucas Torró, Aimar Oroz (Abel Bretones, min. 85), Rubén García (Rubén Peña, min. 65), Ante Budimir (Raúl García, min. 86) y Bryan Zaragoza (Moi Gómez, min. 77)
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Diego Conde, Raúl Albiol, Pau Navarro, Logan Costa, Sergi Cardona (Juan Bernat, min. 76), Dani Parejo, Santi Comesaña (Denis Suárez, min. 71), Álex Baena, Yeremy Pino (Pau Cabanes, min. 85), Thierno Barry y Ramon Terrats (Gerard Moreno, min. 45)
Goles
1-0 min. 7: Ante Budimir. 2-0 min. 20: Ante Budimir. 2-1 min. 66: Álex Baena. 2-2 min. 92: Gerard Moreno
Árbitro José Luis Munuera Montero
Tarjetas amarillas
Albiol (min. 18), Flavien-Enzo Boyomos (min. 30), Comesaña (min. 38), Álex Baena (min. 44), Sergi Cardona (min. 45), Catena (min. 51), Aimar Oroz (min. 74), Jesús Areso (min. 83), Parejo (min. 83), Lucas Torró (min. 90), Herrera (min. 91)
El partido prendió en llamas con un Osasuna que parecía tener tres pulmones, que asfixiaba la salida del balón del Villarreal y que tenía un faro en punta con Budimir. El croata, uno de los mejores goleadores de la Liga, logró dos tantos en 21 minutos. El primero con un cabezazo de ariete y el segundo con un penalti pitado por el árbitro después de revisar la jugada en la que Albiol arrolló al croata en el área.
El Villarreal, muy mermado por las bajas, se fue al vestuario como quien entra en urgencias. Salió con las ideas mucho más claras y Gerard Moreno, después de tres meses lesionado, un delantero con ojo clínico para detectar las debilidades de la defensa. El equipo de Marcelino era otro. Más vertical, más lúcido, más versátil. Minuto a minuto fue sometiendo a su oponente, cada vez más arrinconado. Ese dominio trajo el gol de Álex Baena.
El Osasuna no se desmoronó y defendió su ventaja con orden y solvencia. La afición estaba empezando a celebrar una victoria que le permitía alcanzar al Villarreal —con un partido menos— en la clasificación cuando llegó un agarrón en el área. Un penalti claro que Gerard Moreno anotó para igualar el marcador en la prolongación.
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