La Real Sociedad está de moda. Pudo con el Barcelona, apunta a lo que llegará en el regreso a la Liga tras el parón internacional y se suma a las tendencias populares. Más concretamente, Ander Barrenetxea disfruta de ‘chill’ en la iniciación del cuadro de Imanol Alguacil en la Copa del Rey. El Jove Español de Tercera Federación se quedó corto y encajó el 0-5 del club ‘txuri-urdin’ en el duelo de la primera ronda que se aplazó por la DANA. El ‘7’ se marchó al descanso, pero obró una primera mitad de película con sendos dobletes de goles y asistencias. Calentando para la que se avecina.
Fue el futbolista más destacado de los 22 en las alineaciones iniciales y no defraudó. Tampoco decepcionaron sus acompañantes en el tridente ofensivo: Sergio Gómez y Jon Magunazelaia. Ambos escuderos contribuyeron a la causa y sumaron unidades al contador junto a Mikel Goti. La calidad llegó para marcar diferencias y sembrar la realidad en el plan de Josip Visnjic. Un club modesto que tuvo la experiencia de competir en el José Rico Pérez de Alicante estrenando publicidad: Almendras Llopis. Qué mejor escaparate que la competición de los sueños y los escenarios inimaginables.
El afinador de puntería
Este torneo funciona así. No tiene más. O la lógica se presenta en escena nada más empezar o los acontecimientos van dibujando una estela de campanadas inesperadas. Esta vez, la primera opción. Ander Barrenetxea se convirtió en el afinador de puntería del equipo que solo pensaba en el derbi vasco del domingo en San Mamés frente al Athletic Club. Necesitó 12 minutos de encuentro para controlar la fantasía al espacio de Jon Pacheco, acomodarse el cuero en el mano a mano ante David Bernabéu y vencerle con el interior hacia el segundo palo. 0-1. La fiesta acababa de empezar.
El portador del brazalete ‘txuri-urdin’, 180 segundos después de abrir la lata, amplió las distancias con una pizca de suerte. Sergio Gómez sirvió el centro al área con la zurda buscando un compañero en la prolongación. Lo único que encontró fue la madera de la portería, matiz cuyo rechace cayó en las botas del ‘7’ como si de una señal divina se tratara. De primeras, sin contemplaciones y con violencia. 0-2. Ni la circunstancia numérica sacó la sonrisa en el banquillo de Imanol Alguacil, quien cumplió su partido oficial número 300 al frente de la zona técnica que le cambió la vida para siempre.
Marca tú, que a mí me da la risa
El viento sopló tan a favor de la Real Sociedad que el Jove Español apenas tuvo ‘chance’. En el único acercamiento con cierto peligro de los locales, el debutante Jon Balda enseñó galones despejando el caramelo desde el flanco izquierdo de Samy al que no pudo llegar Alejandro Sánchez. Llegados a este punto, Ander Barrenetxea dio un paso al frente en el apartado colectivo y rezó eso de “marca tú, que a mí me da la risa”. Fabulosa entrega con la zurda hacia la posición de Sergio Gómez, quien materializó el 0-3 con la ayuda de Jon Magunazelaia. El que se lució dejando pasar el esférico.
En el 0-4, nada de compasión. Solo ambición. El ’25’, gracias a la enésima bondad del futbolista más destacado del encuentro, definió a placer ante la oposición de David Bernabéu. El mismo que le amargó la manita antes del descanso. Con todo solucionado en el paso por los vestuarios, Imanol Alguacil no se arriesgó con el rompecabezas de las fichas profesionales y cumplió con lo que, posiblemente, tenía planeado desde el arranque. Aihen Muñoz y Beñat Turrientes refrescaron la idea de los visitantes para dejar en la ducha tanto a Sergio Gómez como al máximo responsable de la goleada.
El colofón
Con el caso visto para sentencia, era el momento de los menos habituales. Arkaitz Mariezkurrena accedió a la faena con el permiso de Pablo Marín. Digna mención al encuentro plasmado por el ’28’, correcto en todas las facetas. Colaborativo en las ayudas, preciso en el toque e incisivo en el juego. El ’40’ tuvo la oportunidad de disputar la Copa del Rey junto a Mikel Goti. El colofón llegó de las botas del ’30’, pero los méritos para Jon Ander Olasagasti. Como si fuera determinado futbolista zurdo y argentino, sorteó a sus oponentes en un palmo de verde para brindar el marcador definitivo.
Ya con el 0-5 en liza, todo se apagó. Es decir, los automatismos del juego disminuyeron su intensidad y todo quedó en las botas del Jove Español. Los pupilos de Josip Visnjic hicieron todo lo alcanzable a sus aptitudes, pero el número de la nada no se movió de su lado. Marco Di Menno, Juan Fernández, Álvaro Montejo, Monty y Antonio Lara oxigenaron la carga física de los locales, aunque no tuvieron trascendencia alguna en el devenir general. Eso sí, Quintero González pudo indicar penalti cometido por Adam Lachehab después de derribar a Jon Magunazelaia con todo decidido.
Crónica en desarrollo…
