“Es hora de cambiar nuestra forma de ver la violación”, pidió el martes Gisèle Pelicot, durante su última intervención en el juicio por violación de Mazan, que para ella es la de “cobardía” y “sociedad machista y patriarcal”.
“Para mí, este juicio será el juicio de la cobardía”, repitió tres veces la septuagenaria, frente a su ahora exmarido, Dominique Pelicot, cabeza gacha en el palco de los acusados.
“Ya es hora de que cambie la sociedad machista y patriarcal, que trivializa la violación, es hora de que cambiemos la forma en que vemos la violación”, continuó Gisèle Pelicot, entregada durante una década por su marido a decenas de desconocidos que él reclutada en Internet, después de que él la drogara.
“Desde el inicio de este proceso, he oído muchas cosas, era inaudible…”, indicó, reconociendo que la sucesión de los 51 acusados en el tribunal desde principios de septiembre terminó el martes por la mañana con Philippe L. ., de 62 años, provocó “un cansancio que se siente”.
“He visto aparecer en el banquillo de los acusados a personas que niegan la violación”, en su mayor parte, y “me resulta muy difícil afrontar esta banalidad. Quiero decirles a estos hombres: ¿en qué momento, cuando entraron en esta sala, la Sra. ¿Pelicot te da el consentimiento? ¿En qué momento frente a este cuerpo inerte tomas conciencia? ¿En qué momento no vas a denunciarlo a la policía?
“Escuché: ‘Me teledirigido’, escuché ‘Me tomé un vaso de agua, me drogaron’ ¿Pero cuándo no me pegaron?”.
Gisèle Pelicot fue interrogada entonces por varios abogados sobre su relación con su exmarido y sobre cómo no pudo haber descubierto nada sobre las aproximadamente 200 violaciones sufridas entre 2011 y 2020, la mitad de las cuales fueron perpetradas por su marido.
“Son pocos los que se responsabilizan de sus actos. ¡Han violado! Escucho a este señor decir ‘un dedo no es violación’. ¡Que se pregunte!”, protestó.
También refutó que pudo haber estado “bajo la influencia” o “manipulada” durante los 50 años de su vida con su exmarido: “¿Crees que me hubiera quedado 50 años con alguien que manipulaba? ¿yo? (…) ¡No me llamó absolutamente la atención nada!”
“El señor Pelicot tenía muchas fantasías, las cuales no podía satisfacer con él. ¿Pero por qué llegó a esto? Creo que lo que él quería era a Madame Pelicot y no a otra persona. Como yo no quería ir a En un club de swingers, dijo que encontró la solución quedándose dormido.
“¡Perdí 10 años de mi vida que nunca recuperaré! ¡Nunca! ¡Esta cicatriz nunca se cerrará!”, espetó.