1.000 días después de la invasión rusa de Ucrania, decenas de rusos exiliados protestaron el domingo contra el régimen del presidente Vladimir Putin en Ginebra. Entre otras cosas, exigieron el fin inmediato de la guerra. “Detengan a Putin”, se podía leer.
En Zúrich, unos 50 rusos exiliados opositores ya se habían reunido el sábado en la Bürkliplatz, al igual que en Ginebra. También estuvieron presentes miembros de la oposición bielorrusa contra el autócrata Alexander Lukashenko.
Además de la retirada inmediata de las tropas rusas de Ucrania, las demandas incluían la liberación de todos los presos políticos en Rusia y que Putin compareciera ante la justicia. Después de todo, la Corte Penal Internacional de La Haya emitió una orden de arresto por crímenes de guerra contra el presidente ruso en marzo de 2023.
Las manifestaciones en Zurich y Ginebra fueron organizadas por la asociación Rusia del Futuro – Suiza y formaron parte de una campaña mundial. La gran marcha del domingo en Berlín con más de 1.000 participantes fue encabezada por los activistas de la oposición rusa exiliados Yulia Navalnaya, Ilya Yashin y Vladimir Kara-Mursa. El punto final fue la embajada rusa en la capital alemana, en el bulevar Unter den Linden.
Hace 1.000 días, la madrugada del 24 de febrero de 2022, las tropas rusas iniciaron su invasión de Ucrania por el norte, el este y el sur. Esto fue por orden de Putin en Moscú, entre otras cosas con la justificación de prevenir una amenaza a Rusia desde Occidente con una Ucrania armada y liberar al país de un “gobierno nazi”.
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