Redactor deportivo. Apasionado del deporte y especialista en motociclismo.
Jorge Martín ya es Campeón del Mundo de MotoGP. El piloto español ha grabado su nombre con letras de oro en la categoría reina. Un sueño hecho realidad después de una temporada desafiante, donde su constancia y perseverancia han sido claves para hacerse con el título mundial. Sin embargo, a diferencia de otros deportes, en el motociclismo el campeón del mundo no recibe ninguna recompensa monetaria sólo por ganar el título, como ocurre en el tenis o cuando gana la Liga de Campeones en el fútbol, por ejemplo.
En este caso, Dorna Sports, entidad organizadora del Mundial de MotoGP, no ofrece ninguna recompensa económica a los pilotos por ser campeón del mundo. En tenis, cuando un jugador gana un torneo, o en fútbol, cuando un equipo gana la Liga de Campeones, recibe un cheque por terminar en la primera posición. Pero aquí no funciona así. En ninguna de las tres categorías el campeón recibe beneficio económico alguno por parte de los organizadores del evento.
Los corredores ganan un salario de sus equipos y también de los patrocinadores que los respaldan. Sin embargo, hay una ventaja por coronarse campeón del mundo. Cada corredor negocia con su equipo y patrocinadores cantidades adicionales, además de lo que ya gana, si gana el Campeonato del Mundo. Pero esto depende de cada equipo, de cada corredor y de cada patrocinador.
En cuanto a Jorge Martín, aún se desconoce la cantidad exacta que podría ganar como bonificación por ser campeón del mundo de MotoGP, siempre que así esté estipulado en su contrato. Sin embargo, las consideraciones económicas son la menor de sus preocupaciones en estos momentos, pues ha logrado el sueño que perseguía desde pequeño.
La regularidad ha marcado la diferencia en este campeonato, donde ambos pilotos han batido el récord de puntos en un año. Pecco Bagnaia ha sufrido un total de ocho abandonos y caídas tanto en carreras sprint como largas (cinco en el sprint y tres el domingo), mientras que Martín sólo ha dejado de puntuar en tres ocasiones en ambas carreras. Ésa ha sido la diferencia crucial en este Mundial: la regularidad del madrileño.
Martín aprendió de las lecciones del año pasado y cuando no podía terminar primero, a menudo terminaba en segundo lugar. De hecho, terminó segundo en ambas carreras (sprint y larga) en seis ocasiones, fue primero en el sprint dos veces y segundo en la carrera larga, cuatro veces cuarto y segundo, una vez primero y tercero, y una vez en Le Mans, primero en ambos. Aquel joven que soñaba con ser campeón del mundo ahora tiene su título en su haber. Ahora es una realidad. Barcelona quedará grabada para siempre en su memoria como la carrera en la que logró su primer campeonato del mundo de MotoGP. El año pasado se quedó corto y este año ha ganado de forma convincente gracias a su regularidad durante toda la temporada.