AMSTERDAM – El gabinete holandés pareció evitar el colapso después de reunirse en una sesión de emergencia el viernes, en medio de informes de que la coalición podría implosionar por el manejo por parte del gobierno de la violencia la semana pasada contra los fanáticos de un equipo israelí que visitó para un partido de fútbol.
Nora Achahbar dimitió el viernes como ministra de Finanzas después de que destacados ministros acusaran a jóvenes holandeses de ascendencia marroquí de atacar a los aficionados israelíes en Ámsterdam en torno al partido del 7 de noviembre entre el Ajax holandés y el Maccabi Tel Aviv, dijeron los medios locales citando fuentes en la sesión del gabinete.
La violencia fue condenada rotundamente por políticos israelíes y holandeses, y el alcalde de Amsterdam dijo que “escuadrones antisemitas de atropello y fuga” habían atacado a los aficionados israelíes.
Funcionarios israelíes dijeron que 10 personas resultaron heridas en la violencia del jueves por la noche llevada a cabo por pandillas árabes y musulmanas locales contra los fanáticos del fútbol Maccabi Tel Aviv. Cientos de israelíes más se apiñaron en sus hoteles durante horas, temiendo que pudieran ser atacados. Muchos dijeron que las fuerzas de seguridad holandesas no se encontraban por ninguna parte, ya que los turistas israelíes fueron emboscados por bandas de asaltantes enmascarados que gritaban consignas pro-palestinas y anti-Israel mientras los cazaban, golpeaban y acosaban.
Imágenes de las redes sociales también mostraron a los seguidores del Maccabi Tel Aviv coreando consignas antiárabes y bajando una bandera palestina antes del partido.
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Achahbar, un ex fiscal nacido en Marruecos, consideró que los comentarios de varios ministros sobre los acontecimientos de la semana pasada habían cruzado la línea, con comentarios hirientes y posiblemente racistas sobre los ataques a los aficionados israelíes, informó el diario De Volkskrant.
Su renuncia desencadenó la reunión de crisis del gabinete del viernes en la que otros miembros del gabinete de su partido centrista NSC también amenazaron con renunciar, dijeron las emisoras NOS y RTL, citando fuentes gubernamentales.
Se vio a los líderes del partido uniéndose a la reunión en la residencia oficial del primer ministro holandés Dick Schoof en La Haya. Schoof anunció más tarde que el gabinete llegó a un acuerdo, que resultó sólo en la renuncia de Achahbar, pero no en la de otros miembros de su partido.
Si el partido de centroderecha NSC de Achahbar hubiera abandonado el gobierno, los otros tres miembros de la coalición podrían haber continuado como un gobierno minoritario o convocar elecciones anticipadas.
La coalición está encabezada por el populista antimusulmán PVV de Geert Wilders, que obtuvo la victoria en las elecciones generales de hace un año. Fue instalado en julio después de meses de tensas negociaciones.
Wilders ha dicho repetidamente que los jóvenes holandeses de ascendencia marroquí fueron los principales atacantes de los aficionados israelíes, aunque la policía no ha dado detalles sobre los antecedentes de los sospechosos.
El miércoles pasado, Wilders culpó a los marroquíes por los ataques a los fanáticos del fútbol israelíes, afirmando que “vimos a musulmanes cazando judíos” y agregó que esto fue impulsado por “marroquíes que quieren destruir a los judíos”. Dijo que los condenados por participación deberían ser deportados si tienen doble nacionalidad.
En esta imagen tomada de un vídeo, la gente marcha con banderas palestinas cerca del estadio del Ajax en Ámsterdam, el 7 de noviembre de 2024. (Foto AP InterVision)
Schoof dijo el lunes que los incidentes mostraban que algunos de los jóvenes de origen inmigrante en los Países Bajos no compartían los “valores fundamentales holandeses”.
Los legisladores de la oposición acusaron a Wilders de echar más leña al fuego. Wilders, cuyo partido se convirtió en el más grande en las elecciones del año pasado, también sembró cierta disidencia dentro de la coalición de cuatro partidos con sus comentarios.
El líder de la oposición Verde-Izquierda-Socialista, Frans Timmermans, elogió a Achahbar incluso antes de que se anunciara cualquier medida.
“En este gobierno los comentarios racistas están a la orden del día. Este gobierno no es para todos los holandeses”, afirmó.
Antes de la reunión de emergencia, el líder en funciones del NSC, Nicolien van Vroonhoven, dijo que “veremos” si el partido quería continuar en la coalición gubernamental.
“Tuvimos que tragar mucho, es difícil”, dijo Van Vroonhoven a los periodistas a las puertas de la residencia oficial de Schoof en La Haya.
El diputado holandés Geert Wilders llega para asistir a una reunión del grupo de extrema derecha del Parlamento Europeo “Patriotas por Europa” en Bruselas el 17 de octubre de 2024. (François Walschaerts/AFP)
Según la emisora pública NOS, Achahbar tenía previsto dimitir debido a “el descontento con los incidentes dentro del gabinete tras la violencia en Ámsterdam en relación con el partido entre el Ajax y el Maccabi de Tel Aviv”.
“El lunes pasado, durante la reunión del gabinete, las cosas supuestamente se calentaron y, en opinión de Achahbar, se hicieron declaraciones racistas”, dijo.
“Según se informa, Achahbar indicó entonces que ella, como ministra, tenía objeciones a cierto lenguaje utilizado por sus colegas”, añadió NOS.
La coalición gobernante liderada por Schoof tiene 88 escaños en el parlamento entre el NSC, el Partido de la Libertad de Wilders (PVV), el liberal VVD y el partido BBB, favorable a los agricultores.
Ni Wilders ni Achahbar habían hecho comentarios públicos mientras la reunión del gabinete continuaba el viernes por la tarde.
El personal del Times of Israel contribuyó a este informe.
