Clément Pédron, Media365, publicado el sábado 16 de noviembre de 2024 a las 08:55 h.
Golpeado por una prohibición de reclutamiento y una degradación preventiva al final de la temporada por parte de la DNCG, el Olympique Lyonnais ha atravesado tiempos oscuros desde el anuncio del veredicto. ¿Podrá el club encontrar el dinero? ¿Tendrá que vender a todos sus jugadores? ¿John Textor conseguirá, gracias a una nueva pirueta, salvar el club?
Hace tres días, John Textor, propietario y presidente del Olympique Lyonnais, piloteaba un avión sobre los magníficos paisajes de las Bahamas. Hoy se le espera en el centro de entrenamiento de Gones para una rueda de prensa tras la decisión de la DNCG de prohibir el reclutamiento y de descender de categoría por precaución al final de la temporada contra el club. El cambio de escenario es terrible. Ya no es tiempo de risas, sol y arena blanca sino más bien de una batalla para activar todas las palancas disponibles para evitar la pesadilla en unos meses. El año pasado, después de ocupar el último lugar en la clasificación de la Ligue 1, OL milagrosamente salió de problemas dentro y fuera del campo. Un año después, los habitantes del Ródano se encuentran atrapados en la misma dinámica negativa, al menos a nivel extradeportivo, que tendrá consecuencias para el deportista.
Como señala L’Équipe en la edición de hoy, los dirigentes del Olympique Lyonnais no esperaban tales sanciones. Tendrán que arreglárselas y hacer gala de creatividad porque la situación económica del club se ha puesto rojo escarlata. Eagle Football Group, que también incluye a Botafogo y Molenbeek, tiene una deuda de 463,8 millones de euros.
Un Textor no necesariamente preocupado
Varios clubes como el Lille en 2018 o el Burdeos y el Angers en 2021 vivieron una situación similar en el pasado y aún pudieron formar parte de la L1 la temporada siguiente. Pero de todos modos se advierte severamente a los OL. Según el equipo, la DNCG desearía obtener garantías financieras de entre 100 y 200 millones de euros. Al final de la reunión con el policía financiero, el empresario estadounidense no se mostró ni alarmista ni preocupado, sólo pragmático. En unos meses sabremos si ésta era la estrategia correcta a adoptar. Lo cierto es que esta tarde se espera que el nativo de Missouri pronuncie un discurso inevitablemente anticipado y un público que seguramente hará preguntas airadas. Entre las vías de trabajo para intentar encarrilar, está obviamente la venta de jugadores, la venta de las acciones de John Textor en el Crystal Palace y la clasificación para la Liga de Campeones al final de la temporada. ¿Será esto suficiente? ¿Tendrán los estadounidenses nuevas respuestas que ofrecer? Lo sabremos en breve…