Numerosos cargos electos señalaron en particular la “ineficiencia” del sistema “Bloctel”, una lista de oposición telefónica que entró en vigor en 2016 y que permite a los consumidores, a petición suya, evitar las elecciones. Pero si más de seis millones de franceses están registrados, “esto representa sólo el 9% de los franceses y el 10% de las líneas telefónicas”, señaló la relatora centrista Olivia Richard, movilizada contra estos “irritantes cotidianos que envenenan nuestras vidas”. El proyecto de ley adoptado el jueves por el Senado propone, por tanto, un “cambio de paradigma” al pasar a una lógica de “opt-in”: “Ya no podemos ser llamados si no hemos dado nuestro consentimiento informado a una empresa”, resumió Pierre-Jean Verzelen.
Dispositivo medido
Si el autor del texto propuso inicialmente crear una “lista de consentimiento dedicada”, cuya compatibilidad con el reglamento europeo sobre datos personales (GDPR) fue cuestionada, el Senado finalmente recurrió a un sistema más mesurado, alineado con el escrutinio electrónico. régimen.
“Ahora corresponderá a cada profesional obtener el consentimiento previo del consumidor”, caso por caso”, detalló la Secretaria de Estado de Consumo, Laurence Garnier, bastante benévola con la medida, aunque pidió revisarla. en la Asamblea si la Cámara Baja lo acepta.
Plétora de medidas restrictivas
Para limitar la elusión de este nuevo régimen, el Senado también adoptó una enmienda del grupo ambientalista para prohibir a las empresas condicionar la compra de un bien o servicio al consentimiento de las llamadas en frío. “Es evidente que las personas inteligentes intentarán por todos los medios conseguir que sus clientes acepten realizar la encuesta”, advirtió la senadora Mélanie Vogel.
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