El partido de la selección francesa de fútbol contra su invitado israelí, que se celebrará hoy jueves en la Liga Europea de Naciones, será testigo de una intensa presencia de seguridad y de la presencia de un pequeño número de aficionados, después de que las autoridades de Francia anunciaran que el Estado El nivel de alerta se elevó al máximo en medio del tenso clima político.
Laurent Núñez, jefe de la policía francesa, dijo que se desplegarán cuatro mil policías y personal de seguridad alrededor del Estadio de Francia, además de 1.500 policías en el transporte público.
Estas estrictas medidas de seguridad se producen una semana después de que los aficionados israelíes fueran atacados después de un partido de fútbol de la Liga de Naciones de la UEFA en Amsterdam, ataques que fueron ampliamente condenados en Europa como antisemitas.
Tres meses después de albergar la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos, el ambiente pasó de la celebración al de miedo, y se espera que tres cuartas partes de las gradas del Estadio Nacional estén vacías durante el partido.
Al partido asistirán el presidente francés, Emmanuel Macron, y el ministro del Interior, Bruno Ritayo.
Se vendieron 20.000 entradas de 80.000. Los informes afirman que 150 aficionados israelíes asistirán al partido, acompañados por la policía.
Didier Deschamps, entrenador de la selección francesa, afirmó el miércoles: “Intentamos preparar este partido con la mayor normalidad posible. Pero por supuesto nadie en el equipo puede evitar sentir esta difícil situación; “Afecta la cantidad de fanáticos que asistirán mañana (jueves) y todo lo relacionado con eso”.
En el primer partido entre Francia e Israel el 10 de octubre, que se celebró en Budapest, Hungría, la selección francesa ganó 4-1.
Deschamps añadió: “Los jugadores no están acostumbrados a este tipo de situaciones, pero debemos adaptarnos a ellas”.
Los aficionados que asistieron en pequeño número al partido se produjeron después de que el Consejo de Seguridad Nacional de Israel advirtiera a sus ciudadanos en el extranjero que evitaran asistir a eventos deportivos y culturales, específicamente al partido en Francia.