Diplomacia
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Una vez seducido por el lado viril y de “nación emergente” del líder israelí, el jefe de Estado francés ya no se anda con rodeos sobre la política que Netanyahu lleva adelante desde el 7 de octubre, lo cual es bueno para él. La citación del martes 12 de noviembre en el Quai d’Orsay del embajador israelí no ayudó.
“Inaceptable.” Con estas palabras el Quai d’Orsay reprendió al embajador de Israel en Francia, Joshua Zarka, el martes 12 de noviembre. Fue citado tras la detención, el 7 de noviembre, de dos gendarmes franceses por parte de agentes de policía israelíes en los terrenos del dominio nacional Eléona, propiedad de Francia desde el siglo XIX, situado en el Monte de los Olivos, en Jerusalén Este. Eventos juzgados “inaceptable”, por ello detalla la nota de prensa en unas pocas líneas, “a fortiori entre dos países que mantienen una fuerte relación bilateral”, mientras que el mismo día, la visita a Israel del Ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, tenía como objetivo “para reducir las tensiones”. “Se tomarán medidas para garantizar que actos como este no vuelvan a ocurrir”. concluye el ministerio de manera concisa.
La secuencia del gendarme francés repitiéndose “¡No me toques, no me toques!” a los oficiales israelíes, que circula en las redes sociales, ha terminado de sepultar una ya muy mala relación franco-israelí
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