Esta será la última vez que los aficionados del Sporting podrán ver a Rubén Amorim, de 39 años, al frente del conjunto verdiblanco. Una despedida dolorosa para los aficionados del Sporting y para el propio técnico que, pese a estar a horas de hacer realidad su sueño de convertirse en el hombre al frente del Manchester United, tiene el corazón lleno de buenos recuerdos.
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En la rueda de prensa previa al partido del Sporting contra el Braga, Rubén confesó que le resultó extraño salir por última vez de la puerta de la Sporting Academy. “Fue una sensación extraña porque no voy a volver”comienza confesándose. Nostálgico, revela que ni siquiera pudo ordenar la oficina donde tiene todas sus cosas, algo que delegará en alguien de su confianza. “No he hecho las maletas en la oficina pero me envían cosas, no soy muy de despedirme de la gente. Es extraño haber ido al gimnasio todos los días durante más de cuatro años y saber que no voy a volver”. Pero me voy con la sensación del deber cumplido, vivimos cosas inolvidables.”
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Conocido por su sinceridad y por no huir de las preguntas de los periodistas, cuando se le pregunta si su corazón todavía pertenece al Benfica, no miente. “El club en el que nacimos es siempre el club en el que nacimos, pase lo que pase, pero le tengo cariño y siempre apoyaré al Sporting”.
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