Después de la dura derrota del OM en el Vélodrome ante el Auxerre (3-1) en la Ligue 1, Roberto De Zerbi tuvo palabras muy fuertes y se ofreció a marcharse si lo consideraban “el problema”. Pero la dirección del Marsella respalda a su entrenador, en el que mantiene plenamente su confianza.
¿La bofetada recibida por el OM contra el Auxerre en el Vélodrome este viernes 8 de noviembre, en la inauguración de la undécima jornada de la Ligue 1, dejará huella? En cualquier caso, las declaraciones del técnico del Marsella a los medios dejaron huella.
Roberto De Zerbi pronunció en el vestuario el mismo discurso que dijo en la rueda de prensa posterior al partido: “Si yo soy el problema, estoy dispuesto a irme”; “Se necesita carácter para jugar aquí en el Vélodrome”. El técnico italiano gritó mucho, con ganas de agitar su vestuario antes del descanso y hacerles pensar que serviría de descarga eléctrica.
Confianza total en De Zerbi
Pero internamente no hay debate. La dirección del OM tiene plena confianza en su entrenador y se centra en la falta de carácter de los jugadores. Los dirigentes analizan esta afirmación como una prueba de que es una persona apasionada que vive el fútbol sin medias tintas.
Un amigo íntimo de Roberto De Zerbi explica que “no soporta la idea de no ganar o no convencer en el Vélodrome cuando vino en gran medida para el Vélodrome”. Tras el parón internacional, los marselleses jugarán fuera de casa, en Lens, antes de recibir al Mónaco.
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