Tres personas han sido acusadas en relación con la muerte de Liam Payne en Argentina por suministro de estupefacientes y abandono de una persona con posterior muerte.
Las pruebas de toxicología encontraron que cuando murió, Payne tenía rastros de alcohol, cocaína y un antidepresivo recetado en su cuerpo, dijeron los fiscales en un comunicado el jueves.
La ex estrella de One Direction murió el 16 de octubre desde el balcón del tercer piso de un hotel en el barrio de Palermo de Buenos Aires.
Los invitados en ese momento dijeron que habían escuchado golpes y portazos durante toda la tarde, antes de un fuerte grito. El personal había llamado a los servicios de emergencia para informar de que un huésped que estaba “abrumado por las drogas y el alcohol” estaba “destruyendo” una habitación. El cuerpo del hombre de 31 años fue encontrado a última hora de la tarde en el patio interno de Casa Sur.
La policía declaró muerto a Payne en el lugar y dijo que había sufrido una “lesión muy grave” en la base del cráneo. El cuerpo médico forense concluyó posteriormente que la muerte de Payne fue causada por “múltiples traumatismos” y “hemorragias internas y externas” resultantes de la caída.
Según los informes, uno de los tres acusados visitó a Payne con regularidad durante su estancia de dos semanas en la ciudad. Se les ha acusado de abandono de una persona seguido de muerte (cuya pena conlleva entre cinco y 15 años de prisión) y de facilitación de estupefacientes.
La segunda persona, que es empleada del hotel, “deberá responder por dos suministros comprobados de cocaína”, dijeron los fiscales. La tercera persona también ha sido acusada de suministrar estupefacientes el 14 de octubre.
Los fiscales dijeron que los funcionarios habían recopilado varias docenas de testimonios y realizaron nueve allanamientos en viviendas en toda la provincia de Buenos Aires, que resultaron en la incautación de varios dispositivos personales. También se han analizado más de 800 horas de metraje de vídeo.
En su comunicado, los fiscales también descartaron el suicidio, diciendo: “La falta de defensa o reflejo de autoconservación en la caída, junto con otros datos relevantes de su consumo, nos permiten concluir que Liam Payne no estaba completamente consciente o estaba experimentando un estado de notable disminución o pérdida del conocimiento en el momento de la caída”.
También se eliminó como posibilidad la “intervención física de un tercero”.
Payne, quien nació en Wolverhampton, Inglaterra, pasó a formar parte de One Direction luego de aparecer en el reality show británico The X Factor cuando era adolescente. El grupo, que fue una de las boybands más grandes de todos los tiempos, vendió más de 70 millones de discos en todo el mundo, antes de hacer una pausa indefinida en 2016.
Payne había hablado previamente sobre sus problemas de salud mental, diciendo que durante el apogeo de la fama de la banda comenzó a usar alcohol y una droga para la epilepsia como estabilizador del estado de ánimo para contrarrestar los “altibajos erráticos” que estaba experimentando.
El padre de Payne, Geoff, viajó a Buenos Aires después de la muerte de su hijo, se reunió con fanáticos y visitó el Cementerio Británico donde se guardaban los restos de su hijo. A principios de esta semana, el cuerpo de Payne fue repatriado al Reino Unido.