Sivan Sadeh, un joven agricultor de 18 años de Kfar Masaryk, murió el miércoles por la tarde por la metralla de un cohete lanzado desde el Líbano. Su cuerpo fue descubierto en un campo agrícola cerca del cementerio de la ciudad por otro granjero. Según los servicios de emergencia Magen David Adom (MDA), la víctima buscaba refugio en una zanja cuando uno de los 25 cohetes lanzados por Hezbollah explotó a pocos metros de él. El joven falleció a causa de las graves heridas provocadas por la metralla.
Este ataque forma parte de una serie de disparos que activaron las sirenas de alerta en varias comunidades de Galilea y la bahía de Haifa alrededor de las 18:02 horas. El ejército israelí informa que sólo una parte de los cohetes fueron interceptados y el resto cayó en zonas abiertas.
En respuesta a estos ataques, aviones israelíes llevaron a cabo ataques contra objetivos de Hezbolá en el barrio de Dahieh en Beirut, atacando centros de mando, depósitos de armas e infraestructura militar. El ejército destaca haber tomado medidas para minimizar los riesgos civiles.
El jefe del Estado Mayor israelí, general Herzi Halevi, insinuó una posible expansión de las operaciones terrestres en el Líbano: “Junto con los esfuerzos diplomáticos, debemos continuar la planificación del combate en el Líbano, incluida la profundización de las operaciones terrestres”. Añadió que las FDI siguen atacando la infraestructura de Hezbolá en todo el país, “desde el sur del Líbano hasta el valle de la Bekaa, desde Beirut hasta Siria”.
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