Paul Rouget, Media365: publicado el jueves 7 de noviembre de 2024 a las 08:37
Derrotado hasta el último momento por el Atlético de Madrid y prácticamente eliminado de la Liga de Campeones, al PSG todavía le quedan “cuatro finales por jugar”, confió decepcionado Luis Enrique.
Un mazo. ¿Pero es realmente tan sorprendente? Derrotado el miércoles por la noche por segunda vez en cuatro partidos de la Liga de Campeones, hasta el último momento contra el Atlético de Madrid en el Parque de los Príncipes (1-2), el PSG confirmó una vez más sus dificultades para rematar, un problema que viene carcomiendo desde hace varios meses. Los parisinos todavía tenían, en gran medida, posesión (71%) y ocasiones (9 tiros a puerta contra 3, 1,92 goles esperados frente a 0,66), pero no pudieron finalizar, salvo el primer marcador lleno de compostura de Warren Zaire. Emery (14°), a lo que rápidamente respondió Nahuel Molina (18°). Y mientras los capitalinos presionaban para conseguir la victoria, Ángel Correa ofreció la victoria a los madrileños, contra el orden del juego, en el tiempo añadido (90º + 3). “La palabra que mejor le convendría sería inexplicable, incluso injusta”, reaccionó entonces un abatido Luis Enrique, que también habló de un “broma de mal gusto”.
“Todo puede cambiar para mejor”
Mientras el PSG ocupa el puesto 25 del ranking de esta nueva fase liguera, que es eliminatoria, el técnico español reconoce que la clasificación corre peligro. “El fútbol es injusto, la vida también. Hoy ha sido un día de mierda. Mañana pensaremos en las cosas que podemos mejorar. Las hay, por supuesto”, admitió el ex entrenador de la Roja, refiriéndose a “quedan cuatro finales. Todo se puede”. parar después del octavo partido, pero también todo puede cambiar para mejor. Pero la situación no es nada trágica”. Preguntado por Randal Kolo Muani, al que finalmente acabó relanzando, tras la salida de un totalmente transparente Marco Asensio en la posición de delantero centro, Luis Enrique también confió que quería “un perfil más ofensivo”. “Me gustó su actitud y la forma en que apareció en el campo. Pero dada nuestra situación, no es un jugador el que cambiará las cosas por sí solo. Son el equipo y su entrenador quienes cambiarán las cosas”. Y no tendremos que esperar demasiado…