La pequeña perdió el conocimiento y no volvió a la superficie. El tiempo era serio. La intervención del policía de Lieja y de la madre de la víctima permitió salvar a esta última.
“Estoy de vacaciones con mi pareja Nadia en casa de mi prima en Saint Louis“, explica Michaël Merola. “Me muestra la isla. Habíamos decidido que este día lo dedicaríamos al descanso. Así que fuimos a este hotel para disfrutar de la piscina y del Spa.“
Una salida que no salió como Michaël y su pareja habían planeado. Un momento de descuido fue suficiente para saltar a un hilo de drama.
“Allí había unas diez personas. Oímos gritar a la madre. La niña estaba en el fondo del agua.“
Una persona la sacó del agua y el estado de la víctima era especialmente preocupante. Estaba inconsciente. “La madre la levantó y ella no reaccionó. La cabeza de la niña cayó hacia atrás. La niña ya no estaba reprimiendo. Me hicieron un masaje cardíaco. Después de unos segundos, salió líquido y espuma de su nariz y boca.“
El policía de Lieja continuó con su masaje cardíaco. “La madre respiró dos veces y el niño escupió líquido. La niña se despertó.“
Michaël realmente creía que la niña estaba muerta. “Cuando se trata de un niño de esa edad, no puedes dejar de tener esperanzas. Ella recuperó la conciencia. La coloqué en una tumbona. La ayuda llegó en menos de tres minutos. Cuidaron al niño.“
La pequeña fue atendida en el Hospital Universitario Saint-Pierre. Su vida ya no correría peligro.
Los hechos marcaron especialmente al policía. “Soy padre de un niño de 4 años y otro de 8 años. Sólo podemos proyectarnos a nosotros mismos. Todos estábamos muy asustados.“Michaël luego hizo una declaración a sus compañeros de Reunión antes de regresar a la paz para continuar sus vacaciones.
“Mi primo dejó sus datos de contacto con la policía. Esperamos tener noticias de la pequeña después de este emotivo día.“