Es difícil de entender que el Athletic no ganase al Betis. Hay resultados en el fútbol difícilmente explicables y este es uno de ellos. Los rojiblancos pasaron por encima del conjunto de Pellegrini desde el primer minuto al últimopero volvieron a estar negados de cara al gol como en sus peores épocas. En aquellas en las que merecían ganar pero el rival, con una sola llegada, asaltaba San Mamés. Sobrevoló por momentos esa sensación… y hubiese sido demasiado injusto.
En un día en el que nunca se debió jugar al fútbol por el sufrimiento que todos los valencianos están padeciendo, el reparto de puntos significa un nuevo ‘palo’ para un conjunto vasco que se está dejando demasiados puntos por el camino en las últimas semanas. Una victoria en las últimas cinco jornadas no le dejan dar el paso definitivo para asaltar la Champions, mientras que los andaluces celebran sacar algo positivo para mantener su remontada.
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No pudo hacerlo mejor el Athletic en el primer tiempo. Es difícil completar 45 minutos más redondos en cuanto al juego, con un equipo que maniató al Betis, le metió en su campo y le sometió una y otra vez. Los de Pellegrini eran incapaces de girarse y de respirar al menos con dos o tres pases. Empujaban los centrales rojiblancos, robaban Galarreta y Prados y corrían esa línea de tres formada por los hermanos Williams y Oihan Sancet, con Djaló dando hoy aún más profundidad al espacio. Perraud y, sobre todo, Bellerín sufrieron el ritmo y la insistencia de un Athletic que debió golear antes del descanso.
No es una exageración. Tres palos, un paradón de Rui Silva a un remate a bocajarro de Iñaki y un error incomprensible de Sancet prácticamente sin portero dan fe de ello. Ningún equipo se había encontrado tanto con la madera en un primer tiempo desde 2022, cuando el Real Madrid también dio tres palos frente al Levante. Con cada acción, San Mamés se echaba la las manos a la cabeza, pero animaba aún más. Fueron 45 minutos de asedio sin descanso. Siete remates, por solo uno de un Betis que tuvo más el balón pero que no supo qué hacer con él en ningún momento de ese primer acto en La Catedral.
Antes del cuarto de hora inicial, ya había avisado Nico Williams con un remate desde el punto de penalti que se fue alto, aunque parecía estar adelantado. Una situación similar, de nuevo con centro lateral, acabó en el primer palo de la noche tras un remate de Sancet. El navarro pudo desquitarse solo unos minutos después, tras la mejor jugada del choque. Un pase teledirigido de Galarreta, un control magistral de Iñaki en carrera y un centro raso al segundo palo que Sancet remató fuera de manera soprendente.
Parecía ya una broma de mal gusto, pero fue aún peor cuando Iñaki estrelló en la escuadra un golpeo desde el vértice izquierdo del área. Tres minutos después, de nuevo el hermano mayor, remató desde dentro del área pequeña un centro de Djaló. No había manera. La receta, eso sí, parecía clara, porque todas las ocasiones llegaron con centros al segundo palo desde el sector izquierdo del ataque bilbaíno.
Aún hubo más, con un par de asistencias que no encontraron rematador en el área bética y, de nuevo, con un palo de Paredes a la salida de un córner. Aunque parezca mentira, lo que debía ser una goleada al descanso era un partido sin goles. Y aunque sea un comentario clásico y manido, cuando se perdona… Fornals convirtió en cierto el dicho nada más empezar la segunda mitadaprovechando un triple cambio de Pellegrini que pareció cambiar la cara del Betis. Fue un espejismo.
Perdón de Sancet y acierto de Berenguer
Era difícil seguir el ritmo de la primera parte, pero los de Ernesto Valverde no sintieron el golpe del tanto bético. Siguieron intentándolo con la misma insistencia y la misma convicción. Poco se le puede decir a este equipo. Sancet volvió a contar con dos mano a mano, pero en el primero se equivocó al intentar regatear a Rui Silva y en el segundo cruzó demasiado su remate. Se le notó dolido al navarro, que incluso llegó a pedir disculpas al público cuando abandonó el terreno de juego.
Vivian lo intentó segundos después, pero el portugués volvió a responder, haciéndose cada vez más grande. Agirrezabala también respondió con una buena intervención, antes de que Berenguer, tras una genial asistencia de De Marcos, pusiese el empate y encendiese aún más a la grada. San Mamés era ya el de las grandes noches. Esa caldera que convierte cualquier ataque en una avalancha de emociones hasta explotar en el momento de cada remata. Como en los de Ander Herrera y Gorosabel, de nuevo a bocajarro ante un enorme Rui Silva. Pero no pudo ser. El Betis salvó un punto en un día en el que Bilbao se quedó de nuevo con una sensación demasiado amarga.
Ficha técnica:
1- Atlético: Agirrezabala, De Marcos (Gorosabel, min. 79), Vivian, Paredes, Yuri, Galarreta (Herrera, min. 69), Prados (Unai Gómez, min. 79), Iñaki Williams, Sancet (Martón, min. 69), Nico Williams y Djaló (Berenguer, min. 65).
1-Betis: Rui Silva, Bellerín (Sabaly, min. 45), Bartra (Natan, min. 88), Llorente, Perraud, Altimira (Losada, min. 45), Cardoso, Abde, Fornals, Chimy Ávila (Diao, min. 45) y Vitor Roque (Bakambú, min. 71).
Goles: Fornals (52′) y Berenguer (68′).