Axel Allag, Media365, publicado el domingo 3 de noviembre de 2024 a las 10:00 horas.
El Brest, sobre todo en el primer tiempo, nunca supo responder ante el Niza, y acabó perdiendo antes de la Liga de Campeones (0-1). Para Éric Roy, por tanto, es momento de arrepentirse a pesar de la gran reacción de la segunda parte.
El Brest no sabe ganar antes de un partido de Liga de Campeones. Si los jugadores entrenados por Éric Roy siguen deleitando en la reina de las competiciones europeas con un 5º puesto en la clasificación y el estatus de equipo invicto después de 3 partidos, nunca han podido ganar antes de una fecha límite europea. Así fue antes del Sturm Graz (derrota contra el PSG), luego ante el Salzburgo (derrota en el Auxerre) y también ante el Leverkusen, con empate ante el Rennes. El sábado, antes de la fecha límite en Praga (miércoles), el Brest confirmó sus dificultades en el registro al caer ante el Niza (0-1) en un partido a dos bandas.
El Brest busca la regularidad durante los 90 minutos
El primer tiempo fue una pesadilla para un club bretón que nunca estuvo en el partido, como admitió lúcidamente su entrenador (en comentarios recogidos por Ouest-France). “Aparte de los primeros 5 o 10 minutos, en los que empezamos bien el partido, estábamos por debajo de lo que somos capaces de hacer, sobre todo en la intensidad, en la agresividad, en la capacidad de llegar al rival, eso es todo. No lo hicimos bien y a menudo nos quedamos en el medio”. Así, en el descanso, Roy pronunció un discurso dirigido a su grupo, estructurado en torno a la necesidad de mantener los “valores” y la “intensidad” de Brest o correr el riesgo de convertirse nuevamente en “un equipo promedio”.
Si bien el club de la Riviera fue mejor en sus mejores momentos, con el gol de Evann Guessand (42º) el Brest no pudo hacer lo mismo. “Dominamos mucho pero no pudimos remontar, aunque creo que lo merecíamos. Tuvimos un poste, algunas situaciones grandes, pero nos perdimos esa pequeña. “Alma extra”, coincidió un Roy consciente de que jugando Al igual que en el segundo tiempo, durante los 90 minutos de un partido, el Brest vivirá el éxito. “Estoy muy satisfecho con la reacción y la segunda parte, que es muy completa, todas las estadísticas están a nuestro favor: 60% de posesión, más tiros, más tiros a portería. Si jugamos 90 minutos así, estamos. “Voy a ganar muchos partidos”.