Un hombre murió en Rennes (Ille-et-Vilaine), herido de muerte por apuñalamiento cerca de un punto de venta. Los hechos supuestamente tuvieron lugar en la rue Léon-Ricottier, una zona de la ciudad conocida por ser escenario del tráfico de drogas. La zona fue objeto de una operación “Place Nette” en diciembre de 2023, llevada a cabo por la policía.
Según las primeras informaciones, el individuo acudió solo al hospital tras resultar herido por una puñalada. Murió alrededor de las 16 horas de este sábado, indican fuentes policiales a Le Parisien.
Unas horas más tarde, hacia las 19.00 horas, esta vez en la zona de la Place de Bretagne, un individuo también sufrió varias puñaladas. Transportado al hospital universitario, su pronóstico vital está en peligro. Según nuestras informaciones, tres personas están detrás de este nuevo ataque. Por el momento no sabemos si hubo mucha distancia entre estos dos casos.
La prefectura bretona se ha visto afectada por un aumento de las tensiones en las últimas semanas, vinculadas al tráfico de drogas. El pasado sábado, un niño de 5 años resultó gravemente herido de bala en Pacé, cerca de Rennes. Iba en un coche conducido por su padre, atrapado en una persecución.
En este contexto, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, consideró el viernes que el país se encuentra “en un punto de inflexión”. Se dirigió al popular barrio de Maurepas, foco del narcotráfico y escenario de numerosos ajustes de cuentas en los últimos días, de donde procedían el niño y su padre, un “narcotraficante”, según el ministro.
A principios de octubre, el jefe de policía anunció que Rennes tenía “28 puntos de negociación de los 32 contabilizados en el departamento”.