Tras la dimisión del entonces alcalde René Walther, que se trasladó a Arbon, el alcalde interino, Jürgen Häberli, se presentó como candidato al consejo municipal muy tarde en la segunda vuelta de la votación y, por tanto, fracasó frente al actual alcalde, Hans-Jörg. Más cuerdo. Ahora hubo una explosión en el ayuntamiento. Häberli anunció su dimisión inmediata del consejo local. Los diarios informaron.
Häberli debería haberse preguntado por qué sucedieron estos hechos y quizás cuestionar sus acciones en la comunidad durante los últimos años. Si su trabajo hubiera sido tan exitoso y popular en la comunidad, le habría resultado fácil ser casi presidente de la comunidad. Los votantes tuvieron una opinión diferente y decidieron.
Cuando Jürgen Häberli entregó su cargo a Hans-Jörg Saner después de la campaña electoral (se pudo ver el malestar de Häberli en una ceremonia en la Schützenhaus de Landschlacht), ningún perdedor honesto se parece a ese aspecto. Ya ese día algunas personas de la comunidad “desaparecieron”, señal de que algo andaba mal.
Un verdadero capitán del océano tomó el timón
Hans-Jörg Saner tomó el mando del alcalde saliente en un momento muy difícil. Grandes proyectos – como el puerto y la construcción del complejo residencial en Teupelacker y otros – estaban pendientes y requerían un coordinador competente y trabajador – que se involucrara y asumiera responsabilidades con mucho compromiso personal y que mantuviera una Prestar atención a los obstáculos legales que a menudo resultan abrumadores hoy en día aumenta los costes. Los proyectos se implementaron con confianza y dentro del presupuesto o están a punto de completarse.
La comunidad tiene la suerte de que hoy un empresario exitoso y calificado del sector privado esté dispuesto a hacerse cargo de la agenda de una comunidad y quiera trabajar por el bien común en su comunidad de residencia. Precisamente a causa de esta “agitación política” como la llevada a cabo por el ahora fracasado Sr. Häberli, muchos líderes comunitarios están renunciando a sus cargos porque no defendían tal jardín de infancia. Todavía se ven limitados en su trabajo debido a las constantes justificaciones ante la prensa. El actual “segundo paso” del fallido Sr. Häberli en el periódico también requiere tiempo para responder, tiempo que en realidad falta.
No es el caso de Hans-Jörg Saner. Se ha mantenido firme y ahora ha rechazado las exigencias de su dimisión del antiguo entorno de Häberli. ¡Lo felicito por esto! En conclusión se puede decir: Al final todo condujo a algo positivo. Puede comenzar un nuevo comienzo, podemos darnos la mano, nuevos miembros llegan al consejo local, podemos volver al trabajo constructivo. ¡Le deseo todo lo mejor al Sr. Saner!
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