Sostuvo que ahora teníamos “la elección entre la movilización general o la ‘mexicanización’ del país”.
En Poitiers, “hacia las 22.45 horas del jueves”, afirmó, “comenzó con un tiroteo frente a un restaurante y terminó con una pelea entre bandas rivales en la que participaron varios cientos de personas”. Mencionó que “entre 4 y 600 personas” participaron o presenciaron esta pelea, citando “un informe del prefecto”.
Según los primeros elementos de la investigación, hubo menos de un centenar de personas involucradas, entre “40 y 60”, indicó una fuente policial.
“Durante la intervención de emergencia se encontraban varios cientos de personas y comenzó una pelea, en la que algunos jóvenes señalaron a otros como potencialmente cercanos al presunto autor”, aclaró posteriormente el prefecto de policía a BFMTV Viena, Jean-Marie Girier.
Durante este tiroteo cinco personas resultaron heridas, varias de ellas de gravedad. Según una fuente policial, un adolescente de 15 años recibió un disparo en la cabeza y estuvo entre la vida y la muerte. Entre los heridos graves también se encuentran dos jóvenes de 16 años, según otra fuente policial.
La alcaldesa ecologista de Poitiers, Léonore Moncond’huy, habló de “un episodio sin precedentes” en la historia de esta ciudad de unos 90.000 habitantes, que “atestigua una evolución bastante grave de la sociedad”.
“Romper el ecosistema”
Lejos de Poitiers, cerca de Valence, un hombre de unos veinte años también se encontraba entre la vida y la muerte tras recibir un disparo en la cabeza durante la noche del jueves al viernes durante un tiroteo frente a una discoteca. Hechos vinculados al tráfico de drogas, según la policía.
Estos hechos se produjeron una semana después de que un niño de cinco años también recibiera un disparo en la cabeza, en Pacé, cerca de Rennes. Todavía está entre la vida y la muerte, afirmó el ministro el viernes. “La investigación avanza”, añadió, prometiendo refuerzos “durante el tiempo que sea necesario”.
El niño estaba en el auto de su padre tratando de huir de los narcotraficantes.
Bruno Retailleau debe viajar por la tarde a Rennes, al barrio de Maurepas, escenario de varios ajustes de cuentas. Tenía previsto reunirse con agentes de policía y luego con funcionarios electos en la prefectura de Ille y Vilaine.
Desde su nombramiento en el Ministerio del Interior, Retailleau ha pedido que la lucha contra el tráfico de drogas se convierta en “una causa nacional”.
Quiere una movilización contra el narcotráfico como la que se hizo contra el terrorismo.
Cuando era presidente de los senadores de LR, estuvo en el origen de la creación de la comisión de investigación sobre el tráfico de drogas.
Desde entonces, quiere que el Gobierno acepte las propuestas de esta comisión senatorial de investigación, como la creación de un estatuto de arrepentimiento o la de una fiscalía nacional específica.
“Vamos a crear un grupo de trabajo para romper el ecosistema” del narcotráfico, dijo el viernes, enfatizando la importancia de una “estrategia global” para tratar de detener el fenómeno.
El tráfico de drogas genera en Francia un volumen de negocios de entre tres y seis mil millones de euros, según estimaciones de la comisión de investigación del Senado.
El próximo viernes, Bruno Retailleau deberá viajar con su colega del juez Didier Migaud a Marsella, donde el ajuste de cuentas entre los narcotraficantes es particularmente asesino y sórdido, con la participación de jóvenes de 14 a 15 años como sicarios.
Los dos ministros deben anunciar varias medidas juntos.