Análisis | El cambio climático traerá a España más fenómenos extremos como esta DANA

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Pero ¿por qué estamos viendo DANAs en España cada vez más violentas y qué esperamos de cara a los próximos años?

Las DANAS, antiguas gotas frías, cada vez más extremas

Las DANAs, conocidas anteriormente como «gotas frías,» son fenómenos meteorológicos propios de la cuenca mediterránea y otras áreas donde el aire frío se encuentra aislado en niveles altos de la atmósfera. En los últimos años, estas depresiones aisladas en niveles altos han ganado en intensidad y frecuencia, convirtiéndose en episodios de lluvias torrenciales más extremos y destructivos.

La causa de este aumento en la severidad de las DANAs este directamente relacionada con el cambio climático. Y aquí no tenemos dudas porque a medida que aumenta la temperatura del planeta, el aire es capaz de retener mayor vapor de agua lo que hace que las lluvias sean más intensas, asociadas a fenómenos como estos.

El resultado son lluvias intensas en cortos periodos, que provocan inundaciones repentinas, daños en infraestructuras y ponen en riesgo tanto a las personas como a los ecosistemas.

Además el mar Mediterráneo, más cálido de lo normal (ya cada vez más cálido por el calentamiento global) a finales de verano es un ingrediente extra a la hora de aportar humedad en Levante.

Las temperaturas del agua del Mediterráneo han ido aumentando año tras año, y cuando alcanzan niveles superiores a los normales, aportan una gran cantidad de humedad a la atmósfera en las zonas del Levante español y otras áreas costeras.

Esta agua cálida actúa como un «combustible» para las tormentas. A medida que el aire sobre el Mediterráneo absorbe esta humedad adicional y luego se encuentra con masas de aire frío en altura, se generan condiciones perfectas para la formación de lluvias intensas y tormentas torrenciales.

Este fenómeno no solo agrava la intensidad de las DANAs, sino que también incrementa la frecuencia y magnitud de lluvias que pueden resultar en inundaciones graves y rápidos desbordamientos de ríos.

Un futuro con un carácter más torrencial

De cara al futuro, el continuo aumento de las temperaturas en el Mediterráneo plantea un escenario preocupante en cuanto a la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, especialmente las DANAs. A medida que este mar se calienta, se convierte en un reservorio de energía y humedad que favorece la formación de tormentas más intensas y con mayor capacidad destructiva.

Cuanto más alta sea la temperatura del mar, mayor será la probabilidad de lluvias torrenciales, al aumentar el vapor de agua del aire.

El Mediterráneo es un enclave único donde convergen varios factores que facilitan estos procesos. La combinación de aguas cálidas, masas de aire en niveles altos y una orografía compleja en las costas circundantes crea un «caldo de cultivo» ideal para que los fenómenos meteorológicos se amplifiquen.

Con temperaturas cada vez más elevadas, el Mediterráneo aporta más humedad y energía a la atmósfera, lo que, en presencia de masas de aire frío, puede desencadenar lluvias torrenciales y tormentas extremas.

Según los modelos climáticos, se espera que las temperaturas del Mediterráneo sigan aumentando en las próximas décadas, lo que podría potenciar la frecuencia y severidad de estos fenómenos.

El Mediterráneo, en el punto de mira para estos eventos: un caldero en ebullición

El Mediterráneo está en el punto de mira del calentamiento global y no es para menos ya que se calienta un 20% más rápido que la media mundial. Para que nos hagamos una idea  la temperatura del agua en esta zona ha subido 1,6ºC en los últimos 40 años.

Este calentamiento acelerado del Mediterráneo no solo impacta en los ecosistemas marinos, sino que también contribuye a intensificar los fenómenos meteorológicos extremos en las zonas costeras.

Serie temporal de anomalías de temperatura de la superficie del mar media mensual (línea azul) y filtradas de 24 meses (línea roja) en el Mar Mediterráneo durante el período 1993-2022. Las anomalías son relativas al período climatológico 1993-2014 y se construyeron a partir del producto satelital CMEMS SST_MED_SST_L4_REP_OBSERVATIONS_010_021. Fuente: Copernicus.

Cuanto más caliente esté el Mediterráneo, mayor es el vapor de aire que circula sobre la región, algo que crea un combustible necesario para que las lluvias sean mas intensas.

El Mediterráneo se calienta un 20% más rápido que la media mundial. Cuanto más caliente esté el Mediterráneo, mayor es el vapor de aire que circula sobre dicho mar

Este mar cálido no solo modifica los patrones de vida marina, sino que, al elevar la cantidad de humedad en el aire, se convierte en un detonante para las tormentas severas. Las masas de aire cálido y húmedo que se acumulan sobre el Mediterráneo potencian eventos como las DANAs, lo que aumenta el riesgo de lluvias torrenciales e inundaciones en las regiones del Levante y otras áreas del sur de Europa.

Desde el Mar de Baleares hasta Cerdeña, así como al este de Córcega y en todo el mar Tirreno, se registraron temperaturas superficiales excepcionales de entre 28 y 30°C durante este verano. Fuente: Mercator Ocean/Copernicus.

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