Google comprará energía nuclear a la start-up estadounidense Kairos Power, que será producida mediante pequeños reactores de nueva generación, denominados SMR (small modular reactor).
Google elige la energía nuclear para alimentar sus centros de datos de IA
El contrato prevé la puesta en funcionamiento del primer Kairos SMR de aquí a 2030, con una ampliación hasta 2035, para dar una respuesta adicional a las enormes necesidades eléctricas de Google, en particular en lo que respecta a los centros de datos utilizados para la inteligencia artificial. El grupo no especifica el monto que pagará por esta transacción.
La aparición de la computación en la nube ha aumentado el consumo energético de los principales actores del sector, como Google, Microsoft y Amazon, debido al uso de centros de datos. Estos últimos se han vuelto aún más esenciales con el desarrollo de la IA generativa, que requiere cantidades colosales de datos y legiones de semiconductores para explotarlos. Para asegurarse de tener suficientes recursos eléctricos, los grandes nombres de la nube firman acuerdos con proveedores de energía renovable, particularmente en energía nuclear.
A finales de septiembre, Microsoft anunció una asociación con el grupo estadounidense Constellation Energy que prevé la reapertura de un reactor en la central eléctrica de Three Mile Island, en Pensilvania. El segundo reactor de Three Mile Island está cerrado desde 1979, año durante el cual experimentó el incidente más grave en la energía nuclear civil estadounidense.
Los SMR, como el Kairos FHR, son reactores de próxima generación, ninguno de los cuales está todavía operativo en Estados Unidos. Aunque el coste de desarrollar prototipos es elevado, se espera que, a largo plazo, sean mucho menos costosos que las centrales nucleares convencionales, porque pueden producirse en una cadena de montaje.
Otra startup, NuScale, fue la primera en ver aprobado su SMR, pero su proyecto más avanzado, en Idaho, fue cancelado a finales de 2023.
A finales de 2023, Kairos recibió luz verde de la Comisión Reguladora Nuclear estadounidense (NRC) para iniciar los trabajos de su primer reactor experimental, cuya construcción comenzó en julio en Oak Ridge, Tennessee.