Detrás de esta manifestación pública, el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, promocionó a Optimus como “el mejor producto de todos los tiempos”. Pero la realidad todavía parece alejada de las promesas.
Sin duda, Optimus ha demostrado capacidades impresionantes, pero el robot está lejos de ser capaz de funcionar de forma totalmente autónoma. Un ingeniero de Tesla reveló que, si bien sus movimientos estaban controlados por inteligencia artificial, las interacciones más complejas, como recibir órdenes y servir, estaban asistidas por operadores humanos. Este hallazgo recuerda un incidente anterior en el que Tesla fue criticada por un vídeo que mostraba a un robot doblando una camiseta, antes de que se descubriera evidencia de intervención humana.
Elon Musk afirma que su robot pronto podrá realizar tareas más avanzadas, como cortar el césped, hacer recados o incluso cuidar a los niños. Estas funciones siguen siendo teóricas por el momento, ya que el robot aún no puede realizarlas de forma autónoma.
¿Promesas ambiciosas pero realistas?
Musk también reveló un precio potencial para Optimus, entre 20.000 y 30.000 dólares. Un precio que, de confirmarse, haría accesible esta tecnología a un mayor número de hogares y empresas. Pero surge la pregunta: ¿es este un precio justificado para un producto que aún no ha demostrado su total autonomía?
Las demostraciones de Tesla en el evento mostraron principalmente habilidades básicas: servir bebidas, jugar juegos simples como piedra, papel y tijera y realizar bailes sincronizados. Si bien estas características pueden parecer entretenidas, todavía no representan la escala de las complejas tareas que se espera que Optimus realice en el futuro cercano.
Un impacto social y económico a monitorear
Más allá de la destreza tecnológica, Optimus plantea cuestiones éticas. Si este tipo de robot humanoide logra llevar a cabo las tareas que promete Musk, podría provocar una reducción significativa de la fuerza laboral humana en sectores como hoteles, restaurantes e incluso manufactura. Este debate sobre la automatización laboral no es nuevo, pero Optimus podría ser un catalizador importante.
Musk también sugirió que Optimus podría convertirse en “un amigo” de los humanos, una perspectiva que despierta tanto curiosidad como desconfianza. Los robots que pueden socializar e interactuar sin problemas con los humanos representan un paso adelante en la tecnología de inteligencia artificial, pero también plantean preguntas sobre el lugar de las máquinas en nuestra vida personal.
Por ahora, Optimus sigue siendo un producto en desarrollo. Si bien los avances son innegables desde su primera presentación en 2021, la idea de un robot capaz de hacerlo todo, como imagina Musk, todavía parece lejana. Entre las manifestaciones orquestadas y las promesas grandiosas, está claro que Tesla busca dominar el mercado de la robótica doméstica. Pero por ahora, el robot humanoide de Tesla es más una curiosidad tecnológica que una verdadera revolución.