Actualmente, Argelia no está considerando convertirse en miembro de BRICS. Así lo declaró el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, poniendo así fin a un sueño largamente acariciado por el país. “ En este momento, no estamos considerando unirnos a esta organización. Nuestro interés es unirnos al Banco BRICS, que no es menos importante que el Banco Mundial. “, dijo.
La declaración del presidente argelino Abdelmadjid Tebboune marca un importante punto de inflexión en la política exterior de Argelia, al revelar errores estratégicos y desafíos internos que han obstaculizado sus ambiciones internacionales.
Recordemos que Argelia invirtió más de 1.500 millones de dólares para unirse al Banco BRICS, pero su proyecto de adhesión fracasó definitivamente. En conferencia de prensa, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, indicó que los miembros del BRICS prefieren no ampliar el grupo por el momento, y la membresía de nuevos candidatos no será discutida en la cumbre de Kazán, prevista del 22 al 24 de octubre.
Esta decisión supuso un duro golpe para Argelia, que esperaba reforzar su posición en la escena internacional con esta adhesión.
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El régimen argelino anunció este abandono a través de su órgano de prensa, Al-Moujahid, que recordó la exclusión de Argelia durante la cumbre de Johannesburgo en agosto de 2023. Este rechazo fue considerado injustificado por Argel, ya que el expediente argelino fue retirado en el último momento. A pesar de este fracaso, Argelia expresó su deseo de acercarse a los BRICS e invertir en el Nuevo Banco de Desarrollo, pero esto nuevamente sirvió como un recordatorio de su aislamiento e incapacidad para construir alianzas sólidas con socios estratégicos como Rusia y China.
El fracaso de Argelia en unirse a los BRICS puede atribuirse a varios errores políticos. En primer lugar, sus relaciones con Rusia, un miembro influyente de los BRICS, han estado marcadas por tensiones con Moscú, en particular sus acciones contra los soldados rusos en Mali. Además, el papel de Argelia en la inestabilidad del Sahara y el Sahel, así como sus tensiones con Mali, han contribuido a su aislamiento. Estos conflictos regionales no sólo han debilitado la posición de Argelia en el escenario internacional, sino que también han desviado la atención de sus ambiciones económicas y diplomáticas.
Además de estos desafíos políticos, Argelia se enfrenta a una profunda crisis económica. La caída de los precios del petróleo, principal fuente de ingresos del país, ha exacerbado las dificultades económicas. El alto desempleo, la inflación galopante y la devaluación de la moneda nacional han sumido al país en una situación precaria. Esta crisis económica no sólo ha debilitado la capacidad de Argelia para invertir en proyectos internacionales, sino que también ha minado la confianza de los inversores extranjeros, un motivo más para su rechazo a los BRICS.
A finales de agosto de 2024, la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), Dilma Rousseff, dijo en Ciudad del Cabo que se estaba considerando la admisión de varios países en el NBD. Citó a Argelia como un país cuya membresía había sido bien recibida por el banco. Sin embargo, este reconocimiento no es suficiente para compensar el fracaso de la membresía del BRICS, que podría haber ofrecido a Argelia una plataforma más amplia para sus ambiciones económicas y políticas. Unos días más tarde, el propio presidente argelino, mediante esta declaración, rompió definitivamente el sueño argelino de unirse al NDB, pocos meses después de que terminara su negativa a aceptar su membresía en los BRICS.
