Esta semana, Francia se prepara para sufrir las consecuencias de dos antiguos sistemas tropicales: la tormenta Joyce y el huracán Kirk. Aunque han perdido sus características tropicales a medida que avanzan hacia el hemisferio norte, estos fenómenos aún podrían alterar el clima en Francia.
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Viento fuerte, lluvia intensa
Joyce, ahora deprimida, fue la primera en llegar a Francia. A partir del domingo provocó un aumento de las temperaturas, especialmente en el suroeste, donde el mercurio superó los 25°C. Sin embargo, estas condiciones suaves serán seguidas rápidamente por fuertes precipitaciones a partir de este lunes. El noroeste del país se verá afectado en primer lugar, antes de que estas lluvias se extiendan hacia el sur, con episodios intensos previstos entre las Cevenas y el Jura. Durante la noche del martes al miércoles será el turno del huracán Kirk de azotar el país. Convertida en tormenta, generará fuertes vientos de hasta 100 km/h, especialmente en un eje que va desde Nueva Aquitania hacia el noreste. Estas ráfagas, combinadas con la lluvia, podrían causar daños. La trayectoria precisa de Kirk aún no se ha confirmado, pero las previsiones indican un impacto más directo en Francia de lo previsto inicialmente. Las autoridades piden precaución.
