Tras la declaración de política general del Primer Ministro Michel Barnier, Gabriel Attal, presidente del grupo Ensemble en la Asamblea Nacional, expresó su firme oposición al aumento de impuestos para las grandes empresas y los franceses más ricos.
Un llamado a la prudencia económica
Attal afirmó claramente que su grupo está “dispuesto a examinar determinadas medidas”, pero aclaró que no apoyaría nada que pudiera perjudicar el crecimiento de Francia o el poder adquisitivo de los ciudadanos. Según él, “aumentar los impuestos a las empresas podría debilitarlas” y potencialmente aumentar el desempleo en el país. Insistió en que Francia no es un paraíso fiscal y destacó la importancia de “no atacar la economía real” del país. “Elegiremos el ahorro en lugar de los impuestos”, insistió, proponiendo un enfoque centrado en reducir el gasto público.
Attal también habló de la importancia de preservar los logros de los últimos siete años, mostrando satisfacción por la reanudación de los proyectos iniciados por el gobierno anterior. Llamó a los diputados a estar “a la altura de Francia” y superar sus diferencias para actuar juntos, subrayando la necesidad de una “búsqueda de unidad” dentro del parlamento.
Críticas a la política fiscal
En su discurso, Gabriel Attal destacó la situación presupuestaria del país, calificando a Francia de “sobreendeudada”. Atribuyó esta situación a la política de “cueste lo que cueste” adoptada durante la crisis sanitaria. Dijo que los ahorros eran posibles y necesarios, enfatizando la necesidad de actuar con rapidez y eficacia.
En resumen, Gabriel Attal reafirmó la posición de su grupo contra la subida de impuestos, abogando por una gestión presupuestaria responsable y centrada en el ahorro y no en el aumento de la carga fiscal. Su llamado a la unidad y la cooperación entre los partidos políticos muestra su deseo de encontrar soluciones comunes a los desafíos económicos que enfrenta Francia.