Mark Rutte comenzó el martes su primer día al frente de la OTAN reafirmando con fuerza el apoyo de la Alianza a Ucrania, dejando de lado los temores en torno a un posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
La llegada del ex primer ministro holandés a la sede de la OTAN en Bruselas, tras diez años de gobierno del noruego Jens Stoltenberg, se produce en un clima de gran incertidumbre.
La guerra continúa en Ucrania, dos años y medio después de la invasión rusa de este país, y el resultado de las elecciones presidenciales americanas del 5 de noviembre se espera con ansiedad a ambos lados del Atlántico, pero también en Kiev, que depende para su supervivencia gracias al continuo apoyo militar occidental.
En su primera conferencia de prensa, el nuevo Secretario General de la Alianza se mostró firme, siguiendo a su predecesor, sobre la necesidad de continuar con el apoyo a Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin, “debe darse cuenta” de que la OTAN no “cederá” en su apoyo a Kiev, subrayó, mientras aumentan los llamamientos a la apertura de negociaciones.
“Corresponde al gobierno ucraniano decidir cuándo ha llegado el momento de discutir la paz”, recordó, de nuevo en la línea de su predecesor noruego.
“Debemos concentrarnos en el esfuerzo de guerra”. “Cuanto más ayudemos a Ucrania, antes terminará” la guerra “, insistió.
También prometió garantizar que la OTAN estuviera en buena forma frente a la amenaza rusa. Y para eso, advirtió, será necesario gastar más. “No existe una alternativa libre si queremos estar a la altura de los retos que nos esperan”, declaró el hombre que durante años en La Haya y Bruselas defendió el rigor presupuestario.
Sólo 23 de los 32 países de la Alianza han logrado el objetivo marcado hace diez años de dedicar al menos el 2% de su producto interior bruto (PIB) al gasto militar. Y si varios de ellos aseguran que frente al Kremlin ahora se necesita mucho más, otros destacan las limitaciones presupuestarias.
“No estoy preocupado” –
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró a Rutte su “plena confianza” el martes. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, por su parte, celebró su llegada y le recordó el objetivo de su país: unirse a la Alianza como miembro de pleno derecho.
“El lugar de Ucrania está en la OTAN”, aseguró el martes el holandés, que sin embargo tendrá que arbitrar entre el deseo de Ucrania de unirse a la Alianza y las fuertes reticencias a este respecto de algunos de los 32 países miembros de la OTAN, incluidos Estados Unidos y Alemania. .
El apoyo a Ucrania también llega a través de Washington y Mark Rutte se muestra confiado y desestima cualquier preocupación antes de las elecciones presidenciales estadounidenses.
“No estoy preocupado. Conozco muy bien a los dos candidatos y trabajé con Donald Trump durante cuatro años”, afirmó el ex primer ministro holandés.
Una posible victoria del multimillonario estadounidense ronda los pasillos de la sede de la OTAN en Bruselas, donde aún resuenan las amenazas de retirada estadounidense lanzadas por Donald Trump cuando era presidente de Estados Unidos.
El exjefe del Gobierno holandés se reunió en varias ocasiones con Donald Trump, a quien pudo hacer frente durante un encuentro en 2018 en Washington. También pudo ganarse su confianza al reconocer que Estados Unidos tenía razón al enfatizar la necesidad de compartir mejor la carga dentro de la OTAN entre estadounidenses y europeos.
Rutte detalló las tres prioridades de su mandato de cuatro años: apoyo a Ucrania, fortalecimiento de la “defensa colectiva” y, finalmente, el desarrollo de asociaciones internacionales que ya ha establecido la OTAN con terceros países, incluidos los de Asia-Pacífico.
En un momento en que la OTAN está preocupada por el ascenso de China y su asociación con Rusia, el nuevo secretario general de la Alianza ha vuelto a advertir a Pekín, en línea con las conclusiones de la cumbre de la Alianza celebrada en Washington el pasado mes de julio.
“China no puede seguir alimentando (en Ucrania) el conflicto más importante en Europa desde la Segunda Guerra Mundial sin que sus intereses y su reputación se vean afectados”, subrayó.
