Jean-Pierre Foucault, una de las figuras más emblemáticas de la televisión francesa, eligió como refugio la tranquilidad y la belleza del Sur. Desde hace décadas, es en su suntuosa villa de Carry-le-Rouet, cerca de Marsella, donde el anfitrión recarga pilas. Una residencia que refleja su amor por su región natal y su necesidad de serenidad.
Un profundo apego a la Provenza
Nacido en Marsella, Jean-Pierre Foucault siempre ha estado profundamente ligada a sus raíces provenzales. Después de una carrera ocupada, marcada por numerosos programas exitosos como ¿Quién quiere ganar millones?decidió hacer de su villa de Carry-le-Rouet su puerto base.
Situada en la discreta Calanque du Bouchon, esta propiedad ofrece una vista panorámica del mar Mediterráneo y acceso directo a la naturaleza virgen.
“Quería una casa desde donde pudiera ver Marsella, la ciudad donde todavía vive mi madre”, confió en una entrevista. Este sueño se ha hecho realidad gracias a esta residencia ubicada en un lugar tranquilo y exclusivo, lejos de miradas indiscretas.
Un entorno idílico junto al mar
La villa de Jean-Pierre Foucault es una oda al mediterraneo. Rodeado de pinos marítimos y arrullado por el sonido de las olas, ofrece un entorno idílico donde se combinan sencillez y elegancia.
Los grandes ventanales dejan entrar mucha luz, creando una atmósfera cálida y relajante.
El presentador está lleno de elogios por esto. remanso de paz : “Es un imán, siempre vuelvo aquí para recargar pilas. » Ya sea para momentos en familia o con amigos, la casa encarna perfectamente el arte de vivir provenzal.
Una casa que cuenta una historia
El interior de la villa refleja las pasiones de su propietario. Jean-Pierre Foucault expone una colección única de aparatos de radio antiguos, que atestigua su amor por los medios de comunicación y su respeto por los objetos cargados de historia. Mientras tanto, su oficina es un espacio inspirador, decorado con recuerdos de su carrera y trofeos notables.
El garaje es otra estancia emblemática de la casa, donde el anfitrión guarda con esmero coches viejos que le gusta restaurar. “Es una pasión que me permite escapar y reconectar con la realidad”, explica.
Un equilibrio entre vida profesional y serenidad
A pesar de las exigencias de su carrera, Jean-Pierre Foucault siempre ha sabido mantener el equilibrio haciendo de su hogar un santuario. “ De París volví a bajar porque es mi oxígeno.“, admite. Esta profunda conexión con el sur de Francia le permite permanecer fiel a sí mismo sin dejar de brillar en el centro de atención.
en Villa Carry-le-Rouet no es sólo un lugar de residencia. Simboliza sus raíces, su amor por la naturaleza y su apego a las cosas sencillas. Un verdadero ejemplo de armonía entre el éxito profesional y la vida personal.