Si Bastien Lambert es hoy documentalista es en parte gracias a Yann Paranthoën. Si produce podcasts para France Culture es un poco porque siguió los pasos de este niño de L’Île-Grande (Côtes-d’Armor), “inventor de un lenguaje, una sintaxis, un género”y se convirtió en un ícono de la radio.
Ausente pero “escuchando”
Es difícil imaginar un destino así cuando naciste en los años 30 en esta pequeña roca de la Costa de Granito Rosa. En aquella época, la gente se hacía marineros o canteros, como sus padres. Así que como es de mala educación “quedarse ahí sin hacer nada”Yann Paranthoën se unió a la Armada francesa y sirvió cinco años como operador de radar en el Var: “Él ya estaba escuchando”subraya su hija, Gwenola. Pero este trabajo no está hecho para él. “Está mareado”. Y el deseo de ir a otra parte.
Llega a París, “sin objetivo”y conoció, por feliz coincidencia, a un nativo de L’Île-Grande: “Deberías mirar la televisión o la radio”sugiere. También aquí sigue el ruido del sonido y va a empujar la puerta de la Casa de la Radio, a finales de los años cincuenta.
Yann Paranthoën sube uno a uno los suelos de la “casa redonda”. Al principio, “al límite, arrasó en los estudios”. Luego descubrió, en el trabajo, la profesión de ingeniero de sonido. El bretón acaba de encontrar…
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