norteDurante ocho años, Flore Benguigui fue cantante, autora y compositora del grupo de música disco-pop “L’Impératrice”. El pasado mes de septiembre, el artista anunció repentinamente su marcha en Instagram. En un largo mensaje, el cantante mencionó “profundos desacuerdos personales y artísticos” con los otros cinco miembros del sexteto para explicar esta partida, “resultado de una larga y dolorosa reflexión”, escribe La Voz del Norte.
Este domingo, en una entrevista grabada en Mediapart, Flore Benguigui cuenta con más detalle qué la empujó a marcharse. Denuncia violencia psicológica, humillaciones y presiones por parte de otros miembros de este grupo -compuesto íntegramente por hombres- y a lo largo de todos estos años. El grupo es conocido en todo el mundo, actúa en los festivales más importantes. Entre bastidores, sin embargo, el ambiente era visiblemente menos emocionante para Flore Benguigui.
“Siempre me dijeron que era mala cantante, que cantaba desafinada”, pone como ejemplo, explicando cómo le resultaba, por ejemplo, cantar en vivo, porque la acusaban de no cantar lo suficientemente alto. El grupo rápidamente optó por utilizar imágenes de su voz pregrabada, dijo. Si bien está de acuerdo en que este truco es muy utilizado por los grupos en el escenario, explica sin embargo que no ganó confianza. “Llegué a un punto en el que me dije a mí mismo que no merecía estar allí, que no merecía el éxito de The Empress, hacer todas estas giras por todo el mundo y que, por el contrario, merecía que me trataran. así, para ser humillado. » Flore Benguigui explica que acabó perdiendo la voz. Por tanto, tuvo que cantar en reproducción y esta situación la hizo sufrir enormemente. “Estaba llorando, todos [dans le groupe] Lo vi, lo supe”, dice. “Estaba deprimido, tomaba ansiolíticos”.
Gritos y amenazas
Peor aún, añade durante esta entrevista, Flore Benguigui indica haber sufrido violencia psicológica por parte de ciertos miembros del grupo, que de un día para otro podrían estar en “love bombing” con la cantante hasta provocar gritos humillantes. También explica que ella era quien lavaba los outfits del grupo, lo que contrasta con la imagen que ella podía proyectar en ese momento de una mujer independiente. “Mis discursos en el escenario fueron muy controlados”, dice. “Tenían que ser validados”. Flore Benguigui también menciona una situación en la que uno de los integrantes del grupo la amenazaba físicamente.
“No hubo ningún cuestionamiento en el grupo”, añade Flore Benguigui, que denuncia un conflicto de intereses con el agente que además es el sello del grupo. “Fue el dinero el que guió todo el proceso creativo”, describe la cantante, que explica que no podía seguir ese ritmo.
Contactado por Mediapart, el grupo respondió por escrito. “Las situaciones descritas por Flore no se corresponden con la realidad de los hechos. Nunca hubo control sobre sus discursos. […]. Desde el primer concierto en 2015, el tratamiento “en vivo” de la voz ha sido una decisión artística validada colectivamente, que nunca ha puesto en duda sus cualidades como cantante, compositora, intérprete ni su lugar en el grupo. », responden en un correo electrónico. Desde la marcha de Flore Benguigui, el grupo L’Impératrice ha continuado su andadura con otra cantante, Louve.
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