Después de haber sido objeto durante mucho tiempo por Hollywood,
Pamela Anderson se adorna con una nueva imagen, liberada de mirada masculina (la mirada masculina). La rubia incendiaria de los años 90 y 2000, antaño consagrada como un símbolo sexual algo vulgar, ha dado paso a una mujer sin florituras, que ahora aboga por la belleza natural y estilo ultra minimalista.
Se acabaron los ojos ahumados y el minivestido de cuero, Pam aparece sin maquillaje (o con muy poco) y opta por trajes teñidos de eleganciaa menudo monocromáticos y bien cortados. Camisa blanca, pantalón color crema ligeramente acampanado y collar de perlas en el desfile de Rodarte durante la Semana de la Moda de Copenhague, blusa de seda nacarada y pantalón de terciopelo negro en el desfile de Armani en Nueva York o un vestido largo trapecio rosa empolvado en el Festival de Cine de San Sebastian, Pamela Anderson exulta en gracia.
Pamela Anderson: su último look en la alfombra roja divide
Sí, pero aquí está, si la mayoría de los fans se dejan convencer por esta nueva Pam con un look ultra minimalista, otros denuncian.
una cierta austeridad en su estilo. Este es particularmente el caso del vestido elegido para los premios Governor Awards, que se celebraron el 17 de noviembre en Los Ángeles. Un acto que premia cada año a los decanos de la industria cinematográfica.
Para la ocasión, la actriz había puesto su mirada en una larga toga negra fichó a Giorgio Armani, cuya apariencia monástica llamó la atención de algunos internautas. “Una monja jubilada que sale por la noche”, “ya no parece ‘natural’ en absoluto, parece deprimida”, “Parece demasiado matrona, casi como una monja”, podemos leer entre las reacciones en Instagram. ¡Hay algo para todos!
Pamela Anderson: por qué su cambio de imagen no es baladí
El cambio de imagen de Pamela Anderson es un verdadero renacimiento, ya que la actriz revoluciona tanto su vestuario como su carrera. En 2024, aparecerá en
La última coristapelícula de Gia Coppola en la que interpreta a Shelley, una anciana bailarina de cabaret, a punto de perder el único trabajo que ha conocido, debido a su edad y a los cambiantes gustos del panorama turístico de Las Vegas. Un papel de 180 grados para Pamela Anderson, cuya actuación es elogiada por la crítica. A los 57 años, Pam ha resurgido de las cenizas y es hora de que el mundo finalmente la tome en serio.