El compositor y cantante fue celebrado en septiembre de 2019 en su ciudad natal (en esta ocasión cantó con los habitantes de la rue du Château du Roi “No, no me arrepiento de nada”, ver el vídeo en el artículo). El senador de Lot, Jean-Marc Vayssouze-Faure, le rindió homenaje.
Charles Dumont nos dejó la noche del domingo al lunes, en París, a la edad de 95 años. El cantautor, originario de Cahors, había escrito, por supuesto, para Edith Piaf (Non, je ne lamento rien, Mon Dieu, les Amants, les Flonflons du bal, Je m’en depend à toi en colaboración con Jacques Brel) pero también para Juliette Gréco, Tino Rossi, Barbra Streisand… En septiembre de 2019, fue celebrado en Cahors, “en casa”. Tras una ceremonia en el ayuntamiento recibió la medalla jubilar por el 900 aniversario de la catedral. Por la noche, Gérard Gouny, Frédéric Daubié, Nathalie Mathubert, Sophie Celdran, Éric Muret, Fabienne Souques, Mathilde Raisson, Jean-Claude Lafargue y Thierry Coursat le reservaron una sorpresa interpretando una pieza que recorre su vida en canciones con títulos. de Ferrer, Ferré, Piaf… y claro que no, no me arrepiento de nada. A continuación se descubrió una placa en la rue du Château du Roi, frente a su casa.
“Soy cadurciano y estoy orgulloso de ello. La mejor parte de mi vida la pasé en Cahors. La ciudad donde naciste se parece un poco a tu madre. Es un lugar que no perece”, confió. Todo acabó con un homenaje de los vecinos de la calle coreando No, no me arrepiento de nada. Charles Dumont también había cambiado el final del texto: “Hoy comienza contigo. »
> Homenaje de Jean-Marc Vayssouze-Faure, senador de Lot: “Con tristeza he recibido la noticia del fallecimiento de Charles Dumont, fallecido por enfermedad a la edad de 95 años. Autor, intérprete, compositor de innumerables melodías ancladas en la memoria de los franceses, es un artista genial que nos abandona. Sus 60 años de carrera, marcados por una larga colaboración con Édith Piaf y muchos otros grandes nombres de la música francesa e internacional, nunca le hicieron olvidar Cahors, su ciudad natal a la que seguía profundamente ligado. Guardo buenos recuerdos de nuestros encuentros en la ciudad donde él todavía tenía una casa. Charles Dumont inspiró la imagen de un hombre sencillo, sincero y particularmente entrañable. En Cahors, en Francia y en el mundo, será recordado durante mucho tiempo por las famosas melodías que supo, con inmenso talento, crear e inscribir en la posteridad. A su pareja y a todos sus seres queridos le envío mi más sentido pésame”.
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