“Se acordaban del nombre Adèle Exarchopoulos, así que Nagapetyan…” En la calle, muchos de sus fans todavía la llaman simplemente “Elena”, tal vez por temor a dañar su apellido de Oriente. Pero a la velocidad con la que esta joven madre de 37 años lleva su carrera, no damos al público francés mucho tiempo para acostumbrarse a estas cuatro sílabas. Elena Nagapetyan, nueva en France Inter, donde escribe sus columnas todos los miércoles por la tarde, es una de las sensaciones cómicas del momento. En Instagram, medio millón de suscriptores siguen las divertidas tribulaciones de esta rusa de palabras ricas y acento encantador que, hace sólo tres años, todavía era asistente ejecutiva.
Presentada ante un público con entradas agotadas en provincias y también en París, donde las salas siguen creciendo (a partir de enero será en el bonito marco del Théâtre des Variétés (II distrito), su primer espectáculo unipersonal es un éxito. En el escenario, rasca – por decirlo suavemente – el icono de la madre perfecta, dibuja Francia con una mirada insólita y llena de frescura, habla sin pretensiones ni filtros sobre el sexo y la pareja, llegando incluso a excitar con truculencia la opinión de los espectadores durante deliciosos momentos de improvisación. Cuesta imaginar que sólo se dedique al stand-up desde el fin del encierro.