La era digital convierte cada indiscreción en una potencial tormenta mediática. Después del sonado escándalo de Baltasar Ebang Engonga En Guinea Ecuatorial, que había revelado la existencia de un sistema de registro sistemático de las relaciones íntimas por parte del director de la agencia nacional de investigación financiera, un nuevo caso de violación de la vida privada está sacudiendo las redes sociales africanas. El TikToker congoleño Dachi Ky acaba de ver sus vídeos íntimos difundidos sin su consentimiento en Telegramareviviendo el debate sobre la protección de la privacidad en la era de las redes sociales.
Un chantaje que dura cinco años
La joven influencer, seguida por miles de suscriptores, reveló que había sido víctima de un chantaje orquestado por su expareja durante cinco años. Esta revelación se produce mientras celebraba su compromiso, momento elegido deliberadamente por su expareja para difundir los comprometedores vídeos. El momento de esta divulgación demuestra una clara voluntad de causar daño: el contenido se vende incluso por 1.000 francos en determinadas plataformas. A pesar de un primer intento de presentar una denuncia en Francia que no tuvo éxito, Dachi Ky Hoy afirma contar con el apoyo de las autoridades congoleñas para perseguir a los responsables.
Actos que no quedarán impunes
En una declaración pública, Dachi Ky admitió haber hecho “Confió ciegamente” en sus excompañeros cuando tenía 14-15 años. Hoy apoyada por su familia y su actual prometido, quien fue informado de la situación desde el primer momento, la influencer ahora se niega a ceder al chantaje. “ Obviamente no estoy orgulloso de ello, pero asumo toda la responsabilidad por ello”.declaró, anunciando su determinación de presentar una nueva denuncia. Las autoridades congoleñas ya se han puesto de su lado y esta vez espera obtener el apoyo de las autoridades francesas para que se haga justicia.
La necesidad de una respuesta judicial firme
Ante los numerosos mensajes de apoyo recibidos en las redes sociales, la joven tiene previsto hablar en un vídeo para detallar su versión de los hechos. Este caso, que se produce poco después de que ella fuera víctima del robo de 8.000 euros durante su cumpleaños, pone de relieve la vulnerabilidad de las figuras públicas ante los abusos de confianza. Su testimonio podría animar a otras víctimas a salir del silencio y presentar denuncias contra sus agresores.