Es un evento anual en el que participan con entusiasmo. El 14 de noviembre de 2024, el Príncipe Alberto y la Princesa Charlene de Mónaco serán esperados en la sede de la Cruz Roja, situada en el corazón del Principado. A su llegada, la pareja es recibida por Frédéric Platini, secretario general de la filial monegasca de la asociación. Cinco días antes de la Fiesta Nacional, el soberano y su esposa vienen a echar una mano. Por supuesto, por una buena causa, ya que se trata de regalar, como nos recuerda el palacio principesco, cestas gourmet a los jubilados del Peñón, que son vigilados cada día por la Cruz Roja.
Ni uno ni dos, aquí están el príncipe y la princesa agarrando las bolsas con el sello “Cruz Roja Monegasca” colocadas sobre las mesas. Antes de distribuirlos a sus conciudadanos. Para estos últimos, poder hablar con la pareja, aunque sea por unos instantes, les trae un bálsamo al corazón. Algunos no dudan en posar con ellos para inmortalizar el momento.
Albert y Charlène de Mónaco ocupan respectivamente el cargo de presidente y vicepresidente de la Cruz Roja de Mónaco. Este también fue creado bajo el liderazgo del Príncipe Luis II, en 1948, “deseando que en nuestro país se realicen las misiones humanitarias definidas por el Comité Internacional de la Cruz Roja, creado por iniciativa del gran humanista que fue Henry Dunant”, en el palabras del Príncipe Alberto.
Al finalizar la visita se realiza una foto de grupo delante de las instalaciones de la asociación. Voluntarios y beneficiarios se reúnen en torno al soberano y su esposa. La princesa Charlene pasa tiernamente su brazo por los hombros de uno de los jubilados. Dentro de unos días, los monegascos tendrán la oportunidad de reunirse con ellos, así como con sus hijos y todo el clan Grimaldi, para uno de los momentos más destacados del Peñón: la Fiesta Nacional.
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