Dalida, un auténtico icono. La cantante y actriz, fallecida en París el 3 de mayo de 1987, tiene una estatua suya en Montmartre. Cada año, turistas de todo el mundo vienen a ver la obra esculpida por el artista francés Aslan.
Inaugurada en 1997, la estatua de Dalida está dañada. Si bien uno podría creer que es por el paso del tiempo y la naturaleza tomando el relevo, este no es el caso. La estatua está dañada a la altura del pecho, el color ya no es el mismo que el resto. ¿La razón? Los miles de turistas que acuden a tocarle los pechos, por superstición. Tocar el pecho de esta estatua sería sinónimo de felicidad, especialmente en el amor. Es difícil encontrar de dónde viene esto pero mucha gente lo cree.
“Ella es realmente famosa. Y debemos tocarlo para tener prosperidad.. Queremos lograr nuestras metas en la vida.“, testificaron dos turistas en BFM Paris-Ile de France.
Un comportamiento que suscita cada vez más interrogantes, especialmente en las redes sociales. Un internauta denunció estas prácticas en un vídeo publicado en la red social TikTok y visto miles de veces.
Dalida: “habría tenido fuerzas para envejecer”
El 31 de octubre, un internauta mostró a los numerosos turistas que acudían a hacerse fotos junto a la estatua de Dalida. Y entonces todos tocan el pecho de la cantante italiana, naturalizada francesa.
“Han pasado 25 años y me he estado preguntando cuánto más puede durar esto. Y en el mismo momento en que tengo este pensamiento, escucho a un guía turístico proclamar ‘Hay que poner las dos manos, de lo contrario no trae buena suerte, sino mala suerte’. Me digo que si Dalida hubiera sabido que semejante espectáculo continuaría después de su suicidio, tal vez habría encontrado la fuerza para vivir siendo vieja, muy vieja..” denuncia en voz off.
Para Annie Coste, autora del libro Las mujeres músicas son peligrosas, este busto de Dalida la muestra en una postura “ofertas“. “Tiene los ojos casi cerrados, la boca también y sus pechos muy prominentes. Todo aporta, todo anima a tocarla.“, declaró a nuestros colegas de BFMTV. Un comportamiento que revela, una vez más, la excesiva sexualización y cosificación del cuerpo de las mujeres.