Los abogados de Donald Trump calificaron la película de “pura ficción maliciosa”. Y prometió demandarlo. Eso no pareció desconcertar a Ali Abbasi, director de “El Aprendiz”, cuando lo conocimos en un palacio parisino a mediados de septiembre, luciendo muy elegante con pantalones cortos, zapatillas deportivas y una camiseta con la marca “Attack”. Ataque. Ataque.” “Ya veremos”, sonríe el cineasta danés de origen iraní, de 43 años. Mi coautor y yo recibimos una carta del equipo de Trump, que nos acusaba de querer interferir en las elecciones presidenciales y de recibir pagos de gobiernos extranjeros. »
El candidato republicano a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre aún no ha visto “El Aprendiz”. “Me hubiera gustado mostrarle la película”, vuelve a sonreír Ali Abbasi. Sería divertido ver cómo reacciona. » Divertidísimo y edificante, el largometraje muestra a Donald Trump iniciando su carrera en el sector inmobiliario, en Nueva York, en los años 1970. Este heredero lleno de ambición quiere “tomar Nueva York y hacerla grande otra vez”. Mientras la ciudad está devastada por la pobreza y el crimen, él se embarca en una apuesta loca: la construcción de un hotel de lujo con 1.500 habitaciones, la Trump Tower.