Esta mañana, Cheyenne-Marie Carron fue invitada por Jean-Marc Morandini en “Morandini Live” en CNews para hablar de su película homenaje al padre Jacques Hamel, asesinado el 26 de julio de 2016 por un islamista en Saint-Etienne-du-Rouvray. (Sena Marítimo), que se estrenará el 24 de abril.
“Fui allí al día siguiente. Estaba abrumado. Quería estar allí para él. Y ese día me dije: algún día haré una película en homenaje a este sacerdote. Esta es mi decimoquinta película. “La ficción permite un poco de libertad y quizás a veces llega a los corazones de una manera más fuerte”, comenzó.
Antes de mencionar al terrorista Adel Kermiche: “No está desequilibrado. Para mí, representa a cierta juventud que, creo, tiene dificultades para desarraigar a sus padres. No considera que Francia sea su país. Para “su patria está en los países del Magreb. En prisión, conoció a personas que eran radicales en su enfoque de la religión musulmana. Él estaba bajo esa influencia”.
Cheyenne-Marie Carron reveló que no contó con la ayuda del Centro Nacional de Cine e Imágenes Animadas (CNC). “¡No me ayudaron! No sé por qué se negaron a darme ayuda. No tengo la respuesta. Nunca me ayudaron en mis películas anteriores. Escribí un proyecto sobre el conflicto palestino-israelí. “Es una película fraternal. Y me la negaron. Por el momento, no puedo montarla”, dijo el director.
Presentación de la película “Que permanezca nuestra alegría” – Estrenada el 26 de abril
Padre Jacques Hamel y Adel Kermiche, dos destinos que se cruzaron para mal. En julio de 2016, Adel Kermiche mató al padre Jacques en su iglesia. El viaje caótico, volcado hacia la destrucción, destruyó una vida volcada hacia el otro y lo sagrado.
Sin embargo, de esta aniquilación surgió en todo el mundo un testimonio de bondad: el del padre Jacques. Un sacerdote discreto, cuya vida de compromiso estaba centrada en el prójimo. En Saint-Étienne du Rouvray, ciudad afectada por este ataque, musulmanes y cristianos intensificaron su diálogo respetuoso.