Han surgido nuevas revelaciones sobre el Abbé Pierre. Un nuevo informe publicado el lunes por Emaús revela nueve nuevas acusaciones de violencia sexual, incluida la violación de una menor y abusos incestuosos. En total se han recogido hasta la fecha 33 testimonios.
Se sueltan las lenguas y nos enteramos de que el escándalo podría haber estallado justo después de su muerte en 2007, pero en aquel momento el fundador de Emaús era intocable. Sabemos desde el verano pasado, cuando estalló el escándalo, que la Iglesia estaba al tanto de los abusos cometidos por el Abbé Pierre desde los años cincuenta. Primero se le dio luz verde, pero luego fue objeto de estrecha vigilancia por parte de quienes lo rodeaban, particularmente cuando viajaba al extranjero. Pero se trata de una auténtica capa de plomo que la protegió durante décadas.
Desde entonces el mundo ha cambiado y también la iglesia. En un comunicado de prensa, la Conferencia Episcopal de Francia afirmó ayer que la acumulación de hechos, ahora conocidos, perpetrados por este sacerdote –tan admirado– es espantoso. Más vale tarde que nunca.
Pero el gran público podría haberlo sabido todo ya en 2007. De hecho, un hombre, Jean-Christophe Ménétrier, que ya tenía más de setenta años, intentó en aquella época publicar un libro, “La Conviction”, en el que decía que era el hijo oculto del abad Pierre. Ennegreció páginas y páginas, pero ningún editor accedió a publicarlo.
Un director de documentales, Patrick Charles-Messance, se enteró de este proyecto y decidió investigar al abad. Realizó numerosas entrevistas, en particular la de Sanda Slag, una ex modelo, bonita rubia, elegante, que fue compañera durante mucho tiempo del cantante Mouloudji. El Abbé Pierre lo habría mantenido de 1985 a 1996, pagando en particular un alquiler de unos 2.000 euros al mes.
Habla de la fascinación que el sacerdote ejercía sobre ella, pero nunca habría cedido ante sus apremiantes, incluso violentos, avances. Por otra parte, le compraba en secreto revistas pornográficas en el quiosco de la estación de Saint-Lazare, incluida una revista lésbica. Al parecer, Sanda Slag se separó en 1996, tras el asunto Garaudi, cuando el abad defendió a uno de sus amigos, un ex filósofo comunista, que había desarrollado tesis revisionistas en un libro.
Aquí también hubo el comienzo de un escándalo, pero el abad Pierre se benefició de la indulgencia que se le concedió en ese momento. Patrick Charles-Messance intentó en vano difundir sus entrevistas. Incluso entregó sus cintas a un canal de televisión, pero nadie quiso levantar el velo. Algunos extractos no se mostraron hasta el domingo por la noche, 18 años después de su rodaje.
En cuanto a Sanda Slag, fallecida en 2010, escribió un libro en 2008, “El santo y el pecador”, donde lo cuenta todo. El libro fue lanzado, pero no tuvo éxito. En aquel momento no tocamos a ningún ídolo, que era la personalidad favorita de los franceses. Un ídolo que esta vez sí que se ha caído de su pedestal.
Abad Pedro