Los CPAS de Bruselas están lanzando una larga serie de movilizaciones para denunciar sus difíciles condiciones laborales, así como el rumbo tomado por la futura coalición de Arizona.
Esta mañana los empleados del CPAS de Molenbeek organizaron una reunión general al aire libre. Entre las demandas de los trabajadores encontramos: demasiados expedientes que procesar, falta de personal y falta de recursos financieros.
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“Compañeros que están abrumados, cansados, que ya no dan abasto y tienen que avisarse enfermos para descansar. Es imposible aguantar”dice Janice Swinnen, trabajadora social del CPAS en Molenbeek. Si bien las quejas no son nuevas, la situación ha empeorado para los sindicatos: “Los pensionistas no son reemplazados, la gente carece de personal y ya no hay compromiso”testifica Yves Lodonou, permanente de la CGSP.
El CPAS Molenbeek-Saint-Jean ha tenido que despedir a 21 empleados desde enero debido a la persistente falta de subvenciones ligada al estancamiento político en la región de Bruselas, informó el martes la plataforma multimedia Bruzz. La información fue confirmada por Yannick Van Boeckel, delegado sindical ante la SLFP.
Trece trabajadores sociales y ocho empleados del CPAS tuvieron que renunciar a sus puestos de trabajo por falta de subsidios. Su contrato de trabajo está vinculado a ellos, provenientes de la Región Capital. Debido a la ausencia de un gobierno en pleno funcionamiento en Bruselas y al impasse político a nivel regional, los miembros del personal, algunos de los cuales habían estado activos en el CPAS durante ocho años, cerraron la puerta de su oficina, al menos temporalmente.
El martes pasado, alrededor de sesenta empleados y trabajadores sociales de Anderlecht CPAS se manifestaron frente a la Casa Municipal en un ambiente tenso, para hacer sonar la alarma sobre sus condiciones laborales. En las próximas semanas se celebrarán encuentros en el CPAS de la ciudad de Bruselas y en Schaerbeek.
■ InformesAlice Dulczewski y Frédéric De Heneau
