Al decidir reemplazar a Robbie Williams con un mono CGI, el director y coguionista Michael Gracey le da a esta película biográfica un atractivo inesperado.
Uno podría pensar que esto es sólo un truco fácil, un artificio destinado a generar expectación y hacer que la gente hable sobre una película que de otro modo sería ordinaria. ¡De ninguna manera! Porque Robbie Williams, una gran estrella británica que comenzó su carrera como cantante en la boy band Take That, habla con gran sinceridad, sin ocultar nada de sus problemas con el consumo de drogas y alcohol y su falta de confianza en sí mismo.
Y el mono cumple admirablemente este propósito. Usado como un mensaje de segundo grado (no tan de segundo grado, la implicación es obvia desde los primeros minutos de Padrino de boda), el chimpancé creado mediante captura de performance (el actor Jonno Davies también hace la voz, al igual que Robbie Williams, que narra) nos permite hacer un balance tanto del personaje que el cantante interpreta en vida como de su debilidad en la estima que tiene hacia él.
Foto proporcionada por PARAMOUNT
Lo conocemos de niño, víctima de bullying durante un partido de fútbol con sus compañeros. Luego lo vemos abandonado por Peter (Steve Pemberton), su padre, quien eventualmente abandonará el hogar familiar para perseguir su sueño de convertirse en cantante. El pequeño Robert, que crece en un ambiente de clase trabajadora, es amado y mimado por su madre, Janet (Kate Mulvany), y su abuela, Betty (Alison Steadman).
Cuando el manager Nigel Martin-Smith (Damon Herriman) decide formar una banda de chicos, Robert se presenta y consigue un lugar en el quinteto Take That. El resto se sabe: el grupo logra el éxito, el joven Robert – rebautizado como “Robbie” por Nigel – cae en las drogas y acaba abandonando el grupo para seguir una carrera en solitario, cuyos detalles conocemos.
Padrino de boda También es una oportunidad para que Robbie Williams contextualice sus canciones, tanto en solitario como dentro de Take That, la coreografía en torno a ella es la indicadacompuesta para Nicole Appleton (Raechelle Banno), miembro del grupo All Saints con la que se compromete, constituyendo uno de los momentos especialmente conmovedores del largometraje.
Otros momentos permanecen en la mente de las personas, como la imagen deÁngelesescrito en memoria de su abuela, o Camino Prohibidograbado especialmente para la película. Y es obviamente A mi maneracantada al principio y al final de Padrino de bodaque te da escalofríos y que te permite disfrutar en toda su dimensión de este artista, mejor de lo que pensábamos.
Calificación: 4 sobre 5